28 de julio de 2010

SÍL·LABES DE VIDRE



Me he renovado por completo la música. Ha sido una hecatombe voluntaria reinsertiva que ha dado oportunidades a artistas que se me pasaban por la cabeza de milagro. Unas seiscientas canciones casi desconocidas para mi, si me aburro no será por falta de melodías.

Hace un rato cuando volvía a casa de recoger el pen con (más) música me he puesto a escuchar a Pau Alabajos, es un cantautor valenciano con unas letras increíbles. Había oído hablar bastante de él y es frecuente encontrarlo en conciertos de por aquí cerca. Sin embargo nunca le había prestado atención. El sábado pasado fui a una actuación y casi ni le hice caso. Pero me quedó dentro la sensación esa de que su música se merece una oportunidad. Y no me equivocaba. Cuando he escuchado este tema no he podido evitar emocionarme como no hacía mucho. He sentido escalofríos y se me ha puesto la piel de gallina. Y todo eso sin ser una letra con la que me identifique ahora. Lo dicho, increíble. Porque es una de esas canciones que te recorren dándote corrientes, que sientes que te fluyen por dentro. Tan cercanas y tan sinceras que te oprimen.

1 comentario:

  1. Pues sí que es bella. Tengo que escuchar la letra más atentamente, estpy segura que el mensaje que lleva es intenso.

    Saludos

    ResponderEliminar