3 de julio de 2010

Asco de Vida

La verdad es que releyendo este blog me aburro, me deprimo, me doy cuenta de lo tonta que era. Bueno, a lo mejor tonta no, pero si más estúpida que ahora (que las estupideces las sigo haciendo igual). Pero no se, he decidido que voy a recuperar este blog, con menos cursilerías y ñoñeces y que incluso puede que borre las entradas anteriores que me parezcan inaceptables. Dejaré este espacio para las reflexiones y pajas mentales más íntimas y en el otro blog os aburriré con lo que me pase por la cabeza cuando veo las noticias (hay que joderse).

Hoy a sido un dia raro, de los más raros de mi vida y sin exagerar. No ha sido raro de pelicula, más bien ha sido raro de surrealista, de imposible y de raro. También me dolio bastante, si, si, si, pero mejor no hacer demasiado incapié en esas partes. Después de dormir apenas tres horas después de salir de fiesta por Chueca durante la semana gay de Madrid y llegar a mi habitación con un mareo de la ostia la fiesta continua un par de horas después (si es que Madrid lo tiene todo). Después de encerrarme en el aseo me he ido a mi habitación a llorar como una idiota y a escribir algo en una libreta para intentar calmarme, cosa que me ha llevado casi una hora. He decidido ponerme unos pantalones y bajar a desayunar algo no vaya a ser que encima de estar medio pirada me vaya a poner enferma. Y he atacado los cereales, oh si, y me da igual que el desconocido con el cual me he sentado me mirase raro y me diese conversación intentando animarme de forma implícita, que me la sudaba todo todo(más o menos como ahora). Terminado el banquete he subido a mi habitación y he llamado a Diego (gracias, gracias, gracias y mil veces más gracias por no enviarme a la mierda, que es lo que me merecía).

Le he acompañado a desayunar de nuevo porque la mini-habitación asfixiante y la lluvia nos estaba poniendo muy pero que muy nerviosos, claustrofóbicos y atacados de los nervios. Como una zombie he vuelto a bajar al comedor. Una vez saciado su apetito de néctares frutales hemos cogido el metro para salir en busca de una oficina de correos ubicada en medio de la nada ( cambiad la nada por ciudad universitaria en pleno julio). Hemos preguntado a los señores que corren, a los señores de los coches, a los señores que pasaban por allí, y nada. Debe de haber una organización secreta o algo peor disfrutando de que inocentes jóvenes inocentes vaguen sin rumbo por los confines desérticos de la Complutense eternamente, dando vueltas y más vueltas en círculos. Al final mandamos la dichosa oficina a la mierda y empezamos a hacer el tonto con carteles y demás artilugios entretenidos del mobiliario urbano (he de hacerlo mas a menudo). También ha conseguido hacerme reír, que aún no se ni como (gracias de nuevo) y hemos salido hacia Gran Vía, a comer. Bueno no, antes de eso hemos pasado por el colegio mayor, a por algo de dinero y ha ocurrido lo que ahora se conoce como "el misterioso incidente de la rueda". Podeís haceros una idea del suceso si pensais en una cuesta muuuy larga y empinada, un neumático abandonado, un par de personas empujando la rueda desde arriba de la calle y una puerta abierta al final de la calle distpuesta a acoger a las ruedas perdidas y sin rumbo. Fue lo más gracioso del día. sí, lo se, es bastante triste, pero es lo que hay.

El centro de Madrid era un hervidero de cultura y gente gay. Después de lo de esta mañana me repanteé seriamente varias veces lo de convertirme en hombre y tras ver como estaba el panorama las ganas de hacerlo fueron en aumento. No se, cogí la camara y nos pusimos a grabar la ciudad en plan callejeros-vagabundos, etc. Me puse tan reivindicativa en la manifestación que hasta cogí una pancarta. Por ese altruismo cívico una organización gay argentina nos hizo una entrevista y nos regaló una bonita camiseta (para dormir). También salimos en CNN+, en "eso de los gayers" como dice la gente. Lo de salir en la tele haciendo el capullo por atrás de una reportera me ha servido como una pequeña compensación por la desgracia de ayer. Igual no lo sabeis, pero no fui a visitar los estudios de Sogecable (Cuatro y CNN+) por ser una gilipoyas integral y quedarme durmindo y haciendo (todavía más y más) el idiota. Báh, luego de dar vueltas empapandonos de cultura homosexual fuimos (de nuevo) a un Starbucks, aprovecho para decir que estos locales me dan mala espina, ya les dedicaré una entrada en el futuro si se tercia, y correrán ríos de tinta y de sangre. Después de eso nos echaron de un maldito y cutre bar por no llevar los DNIs, y eso que éramos casi los únicos clientes, hay que joderse. A cuatro meses de ser mayor de edad y no puedo ni evadirme de la realidad con una triste cerveza cuando me da la gana, jo-der. Entonces yo ya me cansé de Madrid y pensé que hasta aquí podíamos llegar, estaba muy cansada así que me vine con Diego a la residencia, a hacer la colada.

Fue bonito, me sentí realizada por hacer algo útil después de días y días de ir de chorrada en chorrada. Cenamos algo insípido y de apariencia misteriosa. Vimos los últimos minutos de fútbol, con el primer gol en directo que veo en mi vida incluido. Pero todo sigue siendo igual de mierda o más que a primera hora, ni mi movil suena ni me reclaman las llaves y me siento como una enorme estúpida e idiota integral por todo. Ahora me he arrastrado hasta una enorme sala de ordenadores públicos en un sótano frío y lúgubre a escribir y descargar en sociedad las chorradas varias que tanto me atormentan.

Buenas noches.






[...]

No hay comentarios:

Publicar un comentario