29 de diciembre de 2010

Españoles, ¿sois idiotas?

Esta carta apareció publicada el pasado 9 de diciembre en el diario de Navarra, podéis ver la noticia completa pulsando aquí. Me pasaron el texto el otro día y no he podido dejar de publicarlo por aquí. El autor incide en temas candentes, aunque a veces pueda herir la sensibilidad de algunos colectivos os puedo asegurar que vale la pena su lectura. 




HAY un problema laboral del colectivo de controladores aéreos que afecta al 1,2% de la población española (600.000 personas) y casi todos saltáis como energúmenos pidiendo hasta el linchamiento de ese colectivo cuando el día anterior hacen otra reforma del sistema laboral más restrictiva, quitan los 420 euros de ayuda a 688.000 parados que están en la ruina y anuncian cambios drásticos a peor en la ley de pensiones que afectan al 80% de la población y nadie se indigna ni dice nada. ¿Sois idiotas?

Estáis pidiendo a gritos al Gobierno que se apliquen medidas que quitan el derecho a la baja laboral, a los permisos retribuidos y a las horas sindicales, sacar militares a la calle ¿sois idiotas?

Estáis leyendo que mintieron en los vuelos de la CIA, en el caso Couso, que González era la X del GAL, que gente del PP cobraba de la trama Gürtel, que hay políticos que cobran más de 230.000 euros al año, pero que nos cuestan más de 3 millones de euros, que la corrupción en la política no es excepción, sino norma, que ellos mismos se adjudican el derecho a cobrar la jubilación máxima con pocos años en las Cortes y a nosotros nos piden 40 de cotización, banqueros que consiguen del gobierno medidas duras contra los trabajadores y que tenían que estar en la cárcel por delitos demostrados de fraude fiscal y no decís nada, os quitan dinero para dárselo a esa gente que cobra cientos de miles de euros año, especula con nuestro dinero, defrauda a Hacienda y seguís callados ¿sois idiotas?

Tenéis una monarquía que se ha enriquecido en los últimos años, que apoya a los poderosos, a EEUU, a Marruecos y a todo lo que huela a poder o dinero, hereditaria como en la Edad Media ¿sois idiotas?

En Inglaterra o Francia o Italia o en Grecia o en otros países los trabajadores y los jóvenes se manifiestan hasta violentamente para defenderse de esas manipulaciones mientras en España no se mueve casi nadie ¿sois idiotas?

Consentís la censura en los medios de comunicación, la ley de partidos, la manipulación judicial, la tortura, la militarización de trabajadores sólo porque de momento no os afecta a vosotros ¿sois idiotas?

Sabéis quién es toda la gentuza de las revistas del corazón, futbolistas supermillonarios pero jamás escucháis a nadie como Saramago o Chomsky u otros mil intelectuales veraces y comprometidos con vuestros problemas ¿sois idiotas?

Si mucha gente responde sí, aún nos queda un poco de esperanza de conseguir acabar con la manipulación de los políticos y poderosos.
Si la mayoría contesta no, entonces estamos jodidos.


Jesús Sanz Astigarraga




14 de noviembre de 2010

Sí No

Llevo todo el día escuchando a Elefantes y con unas ganas de escribir tremendas, de desahogarme con palabras. Como siempre. Me encanta el grupo, sus letras sobre la independencia del ser humano, la evasión en las relaciones, la confusión y los matices que tienen me pierdan. Si, igual es por lo que me identifico tanto con sus canciones, tanto que me las repito incansable, y me muero cada vez que intento descargarme su discografía completa y no puedo.

Últimamente mi vida no va mucho, o sí, según como se mire se puede ver de dos formas: La primera como un limbo en el que no pasa nada, y lo que ocurre, ocurre por inercia, sin fuerzas. La segunda es la visión en la que si que pasan cosas, el punto de vista en el que no paran de sucederse hechos medio borrosos pero intensos a la vez, más bien no se como expresarlo. 

Hay días más cercanos a la primera y otros a la segunda, pero supongo que será como todo. Me refiero a un plazo relativamente corto, digamos que desde que empezó el curso en general y desde hace unas semanas en particular. He empezado a darle vueltas a todo ese rollo estúpido que el capitalismo y el permanente bienestar de la sociedad occidental nos a vendido. Me refiero al ¿qué hago?¿quién soy?¿por qué soy así?, y planteamientos inconsistentes de esa clase. Si no hubiese visto mil películas en las que fuesen el tema más recurrente de la trama principal ahora no me haría esas preguntas. Hacia rutas salvajes, El Club de la Lucha, etcétera y etcétera, por poner solo un par de ejemplos... ¿sabéis ya por dónde va la cosa? Es ese momento en el que la insatisfacción de no saber muy bien qué o el aburrimiento de la vida tranquila que te empuja a hacerte preguntas estúpidas en una primera fase. Luego la cosa oscila entre volver a la normalidad o emborronar tu identidad con señas nuevas que puedan ir configurando la evolución de tu personalidad por culpa de tu forma de reaccionar ante todo tu entorno, factores externos y esas cosas. Una lío enorme vamos.

Aun me quedan muchas cosas por decir, pero las tengo todavía enmarañadas y no se muy bien como sacarlas para hacerlas entendibles incluso para mí misma. Así que ahora tengo dos opciones, o enterrar las ideas nuevas inconexas o prestarles atención para que la indiferencia hacia ellas no me anule (más). La segunda no es agradable, comodidad frente superación de los estereotipos que arrastras de largo. Vaya, y siguen llegándome más y más abstracciones sin fundamento mientras escribo. He dicho.


Voy a tener que hacerte entender que acepto el error como quien ve llover.

26 de octubre de 2010

Rafa Pons se hace un hueco en la noche valenciana

El cantautor barcelonés actúa con notable éxito en “La Edad de Oro”. Se mete a los asistentes en el bolisllo con el fin de gira de su segundo trabajo “Insisto”.

Es
jueves, día 21 de octubre. Los estudiantes se dirigen hacía la dársena número dos del puerto, se celebra el concierto de Bienvenida de la Universidad de Valencia. Los jóvenes se congregan para disfrutar de un cartel que abre con los indies Lori Meyers. Pero nosotros decidimos pasar de la masa y dirigirnos a un pequeño localito ubicado cerca de Nuevo Centro, a tiro de piedra de la parada de Turia. Hoy actúa un cantante medio desconocido en “La Edad de Oro” y allí que vamos.

Nunca había pisado el sitio y me llevo una grata sorpresa. Decorado con multitud de detalles; toques kitsch por las esquinas, carteles de películas del Hollywood dorado, pósters e infinidad de matices retro. Todo acompañado por un televisor emitiendo fragmentos de viejos números de baile; Jazz y claqué en blanco y negro dotan al lugar de una atmósfera todavía más vintage. Se respira el calor en el ambiente y el contínuo tintineo de copas al fondo forma parte de la banda sonora.

Pasan los minutos y entra el artista, algunas fans ahogan una exclamación que se queda en suspiro. Pero aún falta un rato para que empiece el concierto. Hace tiempo y espera tranquilo y relajado al final de la barra, charla y bromea con la gente. Rubio, con el pelo alborotado y la barba descuidada, ojos azules. Lleva unos vaqueros y camiseta, muy informal. Pero ese aspecto forma parte de su estilo. Aunque no se le conoce en su vida privada en sus canciones se vende así; un tipo duro, sin complejos y algo pasota. Le asoma esa actitud por los cuatro costados. Nada de poses.

Ya se deciden a empezar y la gente va acercando los taburetes al pequeño escenario para no perderse nada. Apenas hay cuarenta personas, primera fila para todos. Los espectadores se intercambian sonrisas mientras concluye la espera. El decorado es simple; un taburete, un micro y él mismo. Descansan encima del taburete un botellín de agua y una copa de whiskey con hielo. Saluda y da las gracias a los que hemos venido, un público nada desdeñable, el local casi lleno. Ahí esta; él y su guitarra, sólo con un técnico de luz y sonido para darle apoyo.

Comienza el concierto, suenan desde los temas más gamberros hasta los más dulces en una sinfonía de rock y canciones de autor que hace vibrar al público sólo con acústicos. Cuenta la historia de sus trabajos más personales, anécdotas y bromas a los que la gente responde con una naturalidad impensable en otros artistas. Acepta peticiones de canciones y de vez en cuando pide ayuda al público para recordar la letra de sus temas, ya que “es la segunda vez que la toco en acústico para un concierto” asegura entre divertido y preocupado.

Tras dos horas de confidencias y canciones empieza la despedida, el típico “otra, otra!” no se hace esperar y Rafa Pons nos deleita con un bis final en el que todo el público se arranca a bailar, como si hubiese estado ya ensayado, casi estilo película musical.

Ahora toca atender a los fans, el tipo no duda en hacerse fotos con quienquiera que lo pida y repartir dos besos a todo el que se le acerca. Lejos de marcharse por la puerta de atrás se queda conversando con la gente. Hablamos con él en un momento de calma y accede a concedernos una pequeña entrevista:

Clara Ferrando: Llevas ya unos cuantos años con la guitarra a la espalda, arriba y abajo. Pero, ¿cómo empezó todo? ¿Cuándo dejó la música de ser una afición para convertirse en tu principal ocupación?
Rafa Pons: Me costó atreverme a tocar para algo más que para mis amigos. Monté una banda, los Mil Dudas, con mis amigos y después empecé a grabar maquetas. Pero apenas tocaba, era sólo para un entorno de colegas y bares. Un día decidí presentarme a concursos y gracias a los premios que saqué me fui animando a ir tocando en bares, poco a poco se fue sumando público, por internet me conocía gente, empezamos a llenar salas en Barcelona, y lo que era un hobby se convirtió en un oficio. De esto hace ya cuatro años y medio.
C.F: Has pasado mucho tiempo de gira, como comentaste durante el concierto. Me imagino que no será fácil vivir andando de aquí para allí, ¿cómo se ha portado la carretera contigo?¿Llevas bien la vida de nómada?
R.P: Es un lujo esta vida. Tiene sus puntos duros, porque, al no ser famoso, todo nos lo organizamos nosotros. Nada de lujos y muchas horas de coche o de trenes. Pero en mi caso lo llevo genial, me gusta mucho viajar y conocer gente. Además suele coincidir con fines de semana así que vas y vuelves. Soy un nómada boomerang!!- dice entre risas.
C.F: Muchas de tus canciones están inspiradas en hechos reales y en experiencias que has vivido de cerca. ¿Cómo es el proceso creativo para traducir la cotidianidad más rutinaria en temas tan sentimentales?
R.P: Yo no he conseguido hacer de la creación de canciones un oficio, sigue siendo un hobby. Es lo que me distrae, lo que me gusta hacer. Casi nunca me siento a escribir, suelo ir componiendo mientras camino, viajo o hago otras cosas. Poco a poco encuentras tu propia manera de contar, y la diferencia entre realidad y ficción se diluye muy a menudo a la hora de escribir canciones.
C.F: La mayoría de tus conciertos son en salas pequeñas, con un ambiente íntimo en el que la relación con los asistentes es mayor ¿qué significa para ti un contacto tan directo con tu público?
R.P: Mi carrera se ha ido haciendo en distancia corta, cortísima a veces. Soy de una generación que no ha tenido acceso a los grandes medios de difusión musicales, pero gracias al boca a boca y a Internet, vamos creciendo gracias a la gente que nos recomienda y trae gente a los conciertos. En ciudades como Barcelona y Madrid a veces tocamos en salas para aforos ya muy grandes, pero creo que el espíritiu es parecido al que se vive en los conciertos en salas pequeñas.
C.F: Hablando de ambientes y gente en general, ¿qué impresión te llevas del ambiente de Valencia?
R.P: Valencia es un lugar super importante para mí. Fue la primera ciudad que empezó a crecer de público después de Barcelona y Madrid, que las había trabajado desde el principio. Siempre ha habido mucha complicidad con la gente y ha marcado un camino para mí en el resto de ciudades de España.
C.F: Cuando charlas con la gente sobre tu música o recomiendas que escuchen a "Rafa Pons" la mayoría suele preguntar que si cantas en catalán, porque últimamente son bastantes los artistas que deciden decantarse por esta lengua, ¿cuál es el motivo que te llevó a cantar solo en castellano?
R.P:Yo soy castellano parlante, esa es mi lengua materna. También hablo catalán y no descarto hacer alguna canción alguna vez, pero en principio compongo en la lengua en la que pienso.
C.F: Pasando al tema de tu nuevo disco, sacas tu tercer trabajo en unos meses, ¿qué puedes decirnos sobre él?¿se trata de un disco (todavía) más personal?¿ha evolucionado o cambiado tu estilo de algún modo?
R.P: Creo que cada disco es paso a otro sitio y eso me encanta. En este intuyo que me vine un disco muy crudo, tanto de sonido como de letras. Sin paños calientes- afirma. La verdad es que estoy muy contento, creo que vamos avanzando. Ojalá guste.
C.F:Con esta terminamos ya. La gente conoce al Rafa de las canciones y, de vez en cuando, al de los conciertos. Pero, ¿cómo eres cuando guardas la guitarra en su funda? estilo de algún modo?
R.P: Muy parecido a lo que la gente ve. Evidentemente en un escenario se exageran poses y cosas, pero en mi caso soy muy parecido a lo que muestro. Me gusta la gente y soy patoso...creo que esa no es mala definición!- concluye.



Así se despide este barcelonés de 32 años, cuya carrera en solitario comenzó allá por el año 2002 con la publicación de su primera maqueta (Dime con quién andas). El primer disco (Mal te veo) llegó en 2007 después de varios años participando en diversos concursos de cantautores por todo el país. En 2009 llegaría “Insisto”, su trabajo más reconocido y, como se indica en la entrevista dentro de unos meses tiene previsto publicar el que será su tercer trabajo.
FUENTES

-Colaboradores de Wikipedia. Rafa Pons [en línea]. Wikipedia, La enciclopedia libre, 2009 [fecha de consulta: 5 de diciembre del 2009]. Disponible en <http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Rafa_Pons&oldid=31994344>

-Vanessa. Hablamos con Rafa Pons [en línea]. La revista de les nits de l'art, 2007 [fecha de consulta: 22 de ocubre del 2010]. Disponible en

-Rafa Pons. Rafa Pons. Sitio Oficial [en línea]. [fecha de consulta: 22 de octubre del 2010]. Disponible en <www.rafapons.com>

-Eduardo Izquierdo. Rafa Pons: Insisto [en línea]. Myspace music, 2010 [fecha de consulta: 22 de octubre del 2010]. Disponible en <http://www.myspace.com/rafapons >




(Ahí va, mi primera crónica de concierto con entrevista)


12 de octubre de 2010

Julia

No me gusta la lluvia, no me gusta nada en absoluto. Y también aborrezco a la gente a la que la le parece poética y bonita. Bien, pues a mí no. Me parece estúpido que pueda gustarles pasarse el día tras un cristal bebiendo café o leyendo un libro. Aburridos y sin poder salir. O saliendo y empapándote entero sólo para pillar un buen resfriado. Del lugar de donde yo vengo nunca hay lluvia. Apenas hay agua y los ríos son corrientes inconstantes y terrosas que transcurren por mitad del campo. Es lo que me gusta, el aire seco, ese calor tan agradable. Los campos que se mueven con el viento al caer la tarde. Los grajos haciendo sus ruidos y las viejas con sus mandiles respondiendo a todo con dichos y refranes añejos. Eso sí me gusta, me hacía sentir en casa. La abuela llamándome a cenar pan frito y mi tía metiéndome prisa para que terminara de asearme con el barreño. Aun puedo sentir el olor a jabón de pastilla, era de aceite de oliva. Me dejaba la piel muy suave, aunque luego se me quedara un poco reseca por el viento. Pero era la única vida que conocía y me gustaba. No era una de esas personas infelices que se atrapan a sí mismas por vivir en un pueblo pequeño. No tenía ambiciones más allá de la plaza de la Iglesia y nunca pensé en marcharme a conocer otros lugares o a estudiar a la ciudad.

Yo era feliz en la escuela del pueblo, ayudando en casa y subiendo por las tardes a pasear por el castillo o bajando al río a espiar mariposas y renacuajos. Me sentaba yo sola en una orilla, a esperar. Podían pasarme incluso un par de horas sin que me moviese de allí. Perseguía a las libélulas con la vista y me quedaba muy quieta para que los gatos se atreviesen a acercarse por allí. Lo que no me gustaba tanto era la iglesia de los domingos y el catecismo de los martes. La abuela sabía que lo odiaba, pero me obligaba a ir de todos modos. “Te pongas como te pongas” me decía. Algunas veces me encontraba con la Teresa y nos escapábamos las dos juntas. El párroco fingía no enterarse pero eso era porque el tenía todavía menos ganas que nosotras de ir al catecismo y cuantas menos fuéramos más ligera se le pasaba la tarde. Pero cuando nos portábamos mal si que sabía amenazarnos con dar parte de aquello a las madres y abuelas.

Las más de las veces íbamos detrás del molino, a fumar el tabaco que Tere le cogía a su hermano cuando se iba al bar. La verdad es que yo lo hacía por seguirle la corriente, pero aquella libertad me sabía amarga.

10 de octubre de 2010

Pensaba que las personas no cambiaban. Pero estaba equivocada. Lo hacen, y mucho. Lo que pasa es que lo hacen tan lentamente que no nos damos cuenta a primer vista. Los cambios para mejor se notan más, eso sí. Igual no es que cambian, igual es que maduran, o que entienden el mundo distinto, o que cambian sus circunstancias. Hoy me he llevado una grata sorpresa. Ya casi ni me acordaba de María, de lo genial que es y de lo fácil que es olvidarse de todo cuando se ríe. Pero no sabía que quería viajar, que quería probar cosas nuevas y que le daba miedo levantarse y ser absolutamente siempre la misma persona que hace las mismas cosas cada día. No tenía ni idea. No me hablaba así antes. Pero ahora sí. No tenía ni idea de lo mucho que nos parecemos.

6 de octubre de 2010

Rutinas inconstantes


En eso se convierte mi vida desde hace un tiempo. En rutinas de levantarse a las seis pero no saber como terminará el día. No está mal, me quejaba mucho y sigo estando infinitivamente cansada. Pero me compensa. Es genial eso de poderte bajar del metro cuando te apetezca y andar, andar y andar sólo porque te apetece. Valencia es una ciudad perfecta para pasear, tiene algo agradable para los peatones. Si no fuese por los semáforos eternos y las indicaciones reducidas (me refiero a cuando te dicen "eso está a diez minutos", y cuando llevas media hora aun ni has vislumbrado el destino a lo lejos).

Pues eso, hablando de rutinas actuales y futuras, mañana ocurrirá algo que es así como muy americano y muy teenager. Me han llamado por teléfono cuando volvía a casa en el tren. Yo he pensado que sería mi madre, que igual no se lo cogía. Pero no, las fuerzas del destino se unieron y una tal María se presentó al otro lado del auricular. Me ha preguntado si "¿hablo con Clara Ferrando?" (yo estaba por decirle que por diez euros podía ser hasta Darth Vader, para que veáis lo mala que esta la situación económica por aquí). Le he dicho que sí, que era yo misma. Total que la tía quiere que vaya a una entrevista a la que me apunté hace más tiempo del que me puedo acordar. En principio el trabajo pinta bien, alguna tarde y festivos, al lado de mi casa. La empresa ya no se si me gusta tanto. No me suena mucho, la verdad. Se llama algo así como McDonald's.

3 de octubre de 2010

Banda sonora de la maravillosa película que vi anteayer. Es cine español, y ahora una de mis películas preferidas. Es una crónica de las pequeñas cosas, una especie de mosaico de sinceridad y detalles. No se, como una especie de composición discreta sobre las verdades que nos cuesta aceptar pero a las que hacemos frente a diario aun sin saberlo. "Tu vida en 65 minutos" es alegría y espontaneidad elegante, sin más pretensión que hacer que te replantees que significa para ti la idea de la muerte como concepto o como realidad. Fascinante.




¿Alguna vez has sido tan feliz, tan,tan feliz que hayas sentido que no vale la pena vivir más?


1 de octubre de 2010

Still alive

"Compartida, la vida es más". Estos publicistas siempre consiguen sacarme alguna sonrisa inesperada. Me ha hecho reflexionar, darle vueltas a esta especie de máxima. Según los antropólogos y toda clase de entendidos en la materia los seres humanos somos seres sociales. Sí, necesitamos a los otros para configurarnos. Ya sea porque nos llevemos bien o nos odiemos. Nos condicionamos mutuamente y no es discutible. Hace mucho que soy consciente de ello, pero hasta hace relativamente poco no le daba la importancia que merecía. No me paraba a reflexionar la influencia que los otros ejercen sobre mí. Al menos no de forma consciente.

Llevo dos semanas de vértigo en las que no he parado ni a tomar aire y en las que sólo hay o tres cosas que apenas he hecho: comer, dormir y estudiar. Pero a cambio me he dejado influenciar por decenas de gente nueva. No sólo hablo de la gente de clase, que también. Hablo de desconocidos, nuevos conocidos y amigos con los que mi relación va cambiando drástica a paulatinamente con el paso de los días.

Estoy cansada y sólo tengo ganas de desconectarme, pero me parece que el ritmo no va a parar. Miro adelante y todo lo que veo son planes, planes y planes. Gente con la que has de salir, personas que te llaman, trabajos que te motivan y esa sensación de saberte vivo. La prueba más evidente es que apenas me acerco al PC, no tengo tiempo. He estado en mi casa a la hora de comer sólo una o dos veces en toda la semana. Duermo fuera, me muevo, se me escurre el dinero pero sé que esto se parece más o menos a estar vivo.




20 de septiembre de 2010

Cero
























Hoy, he empezado la universidad. Mañana, si me recupero y no estoy muerta del cansancio, crónica subjetiva de algunas cosas que ocurrieron hoy.














...

10 de septiembre de 2010

Pirados pirómanos con cámaras


Hoy me he sumergido de nuevo en el mundo de las noticias. Y me ha llamado la atención que un pirómano virtual ocupe todos los primeros puestos en el ránking de sucesos internacionales. El hecho de que una especie de loco con afán de protagonismo ocupe todas las primeras planas me hace replantearme en que clase de sociedad estoy viviendo. La historia es tan sencilla como incoherente, además de patética.Pulsando aquí encontrareis la noticia completa.

La cosa es esencialmente la siguiente: Un hombre dirigía un hotel, se le apareció dios o tuvo una especie de revelación divina y decidió dejarlo todo para ejercer como una especie de nuevo mesías en el mundo terrenal. Total, que funda su congregación en Alemania y lo echan debido al carácter sectario de la organización (trabajos no remunerados, captación sospechosa de fondos, poca transparencia, etc). De modo que el tipo decide irse a hacer las Américas, concretamente en el estado sureño de Florida. Hasta el momento ha logrado que su culto sea seguido por 50 fieles (en 30 años que lleva intentándolo), una práctica muy minoritaria, como es evidente. Los medios de comunicación afirman que el "sacerdote" busca llamar la atención de todas las maneras posibles así que el año pasado publicó un libro supuestamente revolucionario (que no compraron ni en su casa) en el que comparaba a los musulmanes con el demonio o algo similar. Lo que aún no me explico es como le permitieron publicar semejante barbaridad. Pero no obtuvo la repercusión que esperaba así que este año para celebrar el noveno aniversario del 11-S decidió montar un guateque con hoguera incluida y prender el fuego con ejemplares del Corán para protestar ante el hecho de que se proyecte construir una mezquita en la zona cero.

A estas horas aun no se sabe a ciencia cierta si reculará o seguirá adelante con su "plan". No obstante, ya se han producido diversos disturbios, un muerto en Afganistán y diversos heridos. Presiones por parte del Pentágono, el FBI, Obama y otras autoridades internacionales no pueden hacer nada contra la primera enmienda estadounidense, la libertad de expresión.

¿Qué clase de parque infantil es la comunidad internacional?¿Por qué los medios otorgan tanta atención a alguien que sólo merece desprecio?
La religión profesa respeto hacia el prójimo, tolerancia, comprensión e incita a sus fieles a la piedad hasta donde yo tengo entendido. Entonces, ¿por qué algo tan intolerable está dentro de los límites de lo religioso?

Puede que ciertos sectores del mundo islámico no adopten una actitud calificada como tolerante o respetuosa pero no por eso se ha de condenar a la comunidad musulmana como si todos ellos fueran terroristas en potencia. Es normal que se sientan ofendidos si una especie de loco se pone a quemar su libro sagrado delante de millones de telespectadores, pero lo que está claro aquí todas las partes implicadas están obrando mal.

A Terry Jones, el pastor, por decidir destruir lo que es sagrado para millones de personas. Promocionando tales actos con antelación y llevándolos a cabo en público. Además de traicionar los principios de la religión a la que supuestamente pertenece.

A determinadas facciones del mundo islámico, por reaccionar de ese modo ante las divagaciones de un pirado. Con la muerte de un hombre afgano y los continuos disturbios como protesta a una acción que todavía no ha sucedido no hacen más que ponerse al nivel de la otra parte implicada. Personalmente creo que deberían descalificar a Jones con la indiferencia que se merece un hombre así y evitar (como se está haciendo) darle más importancia de la que tiene.

A los medios de comunicación, por mitificar y amplificar de tal manera la conducta de este señor, que ha logrado mantener al mundo en vilo debido a la despesurada importancia que se le está dando. Si pasaran más del tema las dimensiones del asunto nunca hubieran sido tan amplías y el conflicto que se ha desatado no habría adquirido tanta relevancia.

Por eso digo yo, que sólo tengo diecisiete míseros años y que no tengo ni la más mínima idea de lo que es el mundo real, que ya les vale y que a ver si maduramos todos un poquito. Eso no estaría de más. Creo ¿no?

7 de septiembre de 2010

Riesgos, riesgos, riesgos...

Últimamente me estoy dando cuenta de que mis entradas veraniegas no tratan ningún tema en particular, más bien son divagaciones sin ton ni son. Posiblemente producidas a causa de las interminables horas de calor y aburrimiento que he de soportar (casi)todos los días. Este hecho me hace sentir bastante mediocre, la verdad. Me siento un poco inútil si no hago cosas "de provecho" durante días e incluso tengo ganas de que empiece el curso. Eso si antes no me he muerto de envidia hacia mis odiados queridos amigos que estudian fuera de sus casas. Pero chorradas aparte, tengo tanto tiempo para pensar que se me derriten las ideas de tanto darles vueltas. Como suena. No es que me aburra, la verdad. Tengo mil blogs que leer, películas y películas que ver y re-ver y otros tantos libros esperándome. También me dedico últimamente a rescatar libros de texto medio olvidados con temas que no había visto o simplemente me dedico a escribir lo primero que se me pasa por la cabeza. Aquí también me surge un problema bastante significativo. Cada vez me convenzo más de que lo mio son los mini-micro relatos ya que me cuesta incluso pasar más allá del par de folios. Me da miedo fastidiar algo que me gusta. Me pasa cuando escribo y me pasa en casi todos los aspectos de mi vida. Me da miedo estropear las cosas que llevo bien o que me hacen sentir bien. Hay veces en las que pruebo a arriesgarme a ver si las mejoro, pero no suele dar resultado. Más bien suelo meter la pata, pero hasta el fondo y dejarlo todo peor que al principio, y de capa caída. Voy a poner un ejemplo:

Acabas de aprender a esquíar y te gusta mucho, no habias disfrutado tanto en mucho tiempo. la velocidad, la brisa helada, la montaña inmensa, el sol brilla suave en el cielo y te sientes más libre que nunca. El segundo día decides que quieres más y más y te tiras por una pista negra. Te rompes las dos piernas y un helicóptero te ha de rescatar del precipicio por el que te has despeñado. Además tienes que pagar tres mil euros de rescate.

Vale, pues lo mismo pero en la vida real, que arriesgarse mola mogollón pero las facturas del después duelen y no poco. Sin embargo antes de partirte ambas piernas y quedarte casi paralítico estabas disfrutando de verdad. Realmente te sentías bien ¿no? Pues ahí esta la cosa en saber si vale o no la pena el riesgo. Para unos sí, para otros no. Yo, personalmente siempre le tengo un respeto tremendo a eso de ser un poco inconsciente y romper con todo sin mirar las consecuencias, pero en el momento de la verdad me siento tan bien que no espero que nada pueda salir mal, y ahí es donde todo se tuerce. Aunque se me olvide hasta la próxima vez que la vuelvo a fastidiar, consciente o inconscientemente.



P.D. Felicidades Diego (y dobles).

4 de septiembre de 2010


Mi casa me deprime, no se porqué pero no puedo evitarlo. Es grande, es bonita, etc etc, pero me deprime tener que quedarme aquí. Y cuando más tuentis veo y más blogs leo más y más me hundo en la miseria. Por los demás principalmente. Ahora la mayoría se van, que si pisos en Valencia, que si otros tantos en Madrid y yo, aquí. Que una cosa no quita la otra, que en teoría puede que no tenga motivos consistentes para quejarme pero quedarme en casa este curso me mata más de lo que me podía imaginar y eso que aún ni ha empezado. No tener un maldito piso implica chuparse casi tres horas al día en viajes , que me costarán mas de cien euros al mes, solo en idas y venidas. Implica también el llegar cansada y asqueada a una ciudad en la cual no puedo hacer casi nada de lo que me interesa, ni deportes universitarios, ni actividades extraescolares, ni asociaciones, ni exposiciones, ni nada por el estilo. Y sin gente con la que poder salir, quedar o simplemente estudiar, porque la gran mayoría desaparece. Tampoco puedo trabajar, evidentemente, así que a parte de tener que perder tres horas al día me quedo sin la oportunidad de buscarme algún trabajo para las tardes en Valencia. Total, sin tiempo ni dinero, cansada, no pudiendo buscar cosas nuevas que me interesan y encima gastando y gastando en viajes, comida, etc etc.

Pero lo que me fastidia es que mis señores padres ni siquiera se han molestado en buscar pisos o comparar precios para hacer números y ver que es lo que les sale más rentable. Ha sido más bien un no porque no y un ya veremos el año que viene. Total, que yo creía que aún me quedaba alguna esperanza pero todo se me pinta negro negro, más denso que el alquitrán recién puesto de las carreteras. Sin embargo yo no soy de las que desiste fácilmente y en mi maquiavélica cabeza los planes se van urdiendo de forma casi sistemática. Los tengo grandes, pequeños y variados, para todos los gustos. El más tangible es el de buscarme un trabajo aunque llegue a las mil a casa, estudiar en el tren. No se, igual me contratan de algo, nomas que sea de barrendera o en un McDonalds ¿no? Con eso y mis ahorros tengo para el primer año, así que a corto plazo igual igual en un par de meses me presento por allí aunque el camino se me presenta negro negro y más árido que un campo de golf en los Monegros.

26 de agosto de 2010

Confesones de una ama de casa atolondrada y prematura

A este paso me va a dar algo, que stress. Voy a escribir al ayuntamiento para que le hagan un monumento a todas las amas de casa del mundo. Cuanto trabajo, cuantas compras, cuantas lavadoras, cuantos trapos de limpiar el polvo. Hasta ahora creía que estaba "trabajando" y "ayudando" en casa pero estos días me están sirviendo para darme cuenta de lo poco que hacía. Mis padres no están en casa nunca y cuando están se pasan las horas durmiendo para recuperar las horas de sueño perdidas. Mi hermano se limita a ensuciar todo lo que toca y mi abuela apenas puede andar, y siempre estamos los tres en casa. Lo hago yo todo, ahora entiendo cuando mi madre decía: "es la primera vez que me siento en todo el día". Os juro que no me lo creía, ¿cómo no va a haberse sentado en todo el día? Pues si, ahora se que es cierto, y es agotador. La ropa de color, las lavadoras blancas, los montones de ropa para planchar, las listas de la compra inacabables, los viajes al súper, a la farmacia, a las doce del mediodía. Veinticuatro horas al día, y ya va más de una semana. Y ahora me marcharé a tender en nada.


Pero no todo iban a ser desgracias ¿no? Por lo menos mañana me voy dos días a un festival de música, genial. Revisaré la cámara y me medio haré la mochila. Buenas noches.

23 de agosto de 2010

Calor y sopor veraniego

Este blog está un poco muerto, pero sólo un poco. Como el verano. Es un verano cálido, obviamente, pero no tanto por la calor sino por la monotonía de los días. Es decir, sí, hacemos cosas y eso, pero parece que no pasa apenas nada. Los días se suceden bastante indiferentes, entre unas cosas y otras. El mínimo acontecimiento supone un evento digno de cuenta atrás. Pero al fin y al cabo, aunque tienes todo el derecho del mundo a aburrirte puedes decidir no hacerlo. Sí, las calles desiertas y abrasadoras pueden parecerte intocables. Hasta las moscas se esconden para no morir fulminadas. Pero no me quejo, no, no demasiado. Ahora están las cosas complicadas por casa. Tanto que me toca a mí hacerlo (casi)todo y pasar horas y horas con mi hermano y mi abuela. Al final me río y todo con las chorradas del enano (que ya es más alto que yo). También hay pequeños proyectos y cosillas que van surgiendo con el paso de las horas, ideas, intenciones, etc... En estos momentos hay unas cuantas a corto plazo y otras a largo. Muchas de ellas son contradictorias entre sí, pero eso no importa porque solo son conjeturas de lo que me gustaría hacer en un futuro, digamos, cercano.

A CORTO PLAZO:

  1. Terminar de leer "La Conjura de los Necios".
  2. Empezar a leer otro libro de los cientos que hay en casa.
  3. Poder escaquearme de la terrible e insufrible tortura en que se ha convertido estudiar inglés.
  4. Educar lo suficiente a mi hermano para que algún día evolucione de "ente pubescente indeterminada" a "persona mínamente racional".
  5. Conseguir trabajo en la vendimia y largarme el mes que viene a ganar cantidades industriales, indecentes, obscenas y escandalosas de dinero.
  6. Ir a todas las fiestas patronales de pueblos cercanos a mi casa y evadirme de la realidad con drogas de composición altamente etílica.
  7. Educar lo suficiente a mi hermano para que algún día evolucione de "ente pubescente indeterminada" a "persona mínamente racional".(x2)
  8. No omitir de mi memoria el hecho de que ahora debería estar en Santander de vacaciones y no aquí muriéndome del asco por culpa de quién yo me se.
  9. Conseguir darle a mi vida un orden y estructura o sentido que al menos sea capaz de entender a medias y dejar de dar tumbos como una peonza suicida.
  10. Lograr terminar los miles de millones de textos elevados a infinito que tengo empezados pero que no van más allá de la segunda página.
  11. Crear un complejo vitamínico que me permita soportar horas y horas de programas de Tele5 que me veo obligada a tener que ver en mi casa sin que mi cerebro se derrita y/o sufra daños irreparables.
  12. Patentar algún invento estúpido pero imprescindible digno de la teletienda y forrarme con las ventas millonarias que produzca.
  13. Ir al "Annarock" y darme la evasión de mi vida.
  14. Comprarme un bazooca de última generación y apuntar a la habitación de mi hermano cuando vienen sus amigos a visitarle.
  15. Acordarme un poco de Diego todos los días y llamarle para hablar de la inminente destrucción mundial y nuestro papel fundamental en ese episodio de la historia regido y gobernado por gyntonics y botellines de Desperados.

Creo que ya no se me ocurren más chorradas ahora, pero van muy en serio, todas son proyectos más o menos tangibles. sólo me falta pulir algunas partes poco perfeccionadas y pronto podré ir llevándolas a cabo. Que os sea breve el summertime, paciencia!

18 de agosto de 2010

El país de las últimas cosas


Cuelgo algo que acabo de publicar en mi otro blog que escribí hoy y creo que la temática puede corresponder a ambos espacios. Así que como no podía decidirme por uno sólo cuelgo aquí también a la criatura.

Acabo de terminar de leer “el país de las últimas cosas”, de Auster y he sentido la necesidad insostenible de ponerme a escribir sobre él. Me habían hablado muy bien del escritor. Pero no era nada comparado con la realidad. Supera con creces las expectativas. Su forma de relatar la miseria y la desesperación me han sacudido. Los experimentos que propone en su novela consiguen introducirte en un mundo devastado. Deja a tu elección las causas del desastre pero cuenta con una maestría arrolladora las consecuencias. Se desdobla para narrar las desgracias particulares de los personajes que van apareciendo a lo largo de toda la obra, presentándolos de forma impersonal a la vez que profunda. No da detalles sobre el aspecto de su protagonista, Anna pero consigue te sientas parte de ella. El estado en que se encuentra la ciudad escenario de la acción puede parecer un mundo abstracto y hiperbólico de lo que podría ocurrir en un futuro no muy lejano. Pero si nos paramos a reflexionar en la idea de la metrópolis post-apocalíptica nos damos cuenta que en al mundo actual hay ciudades que no difieren demasiado del modelo que nos presenta la novela. Asesinatos, muertes, robos, mafias, suicidios, mercado negro, mendigos. Son solo algunos elementos más de la realidad que envuelve a los personajes. Conviven en una cotidianidad insostenible que se traduce en la rutina de la supervivencia. Sin más, con el destino incierto de no saber que ocurrirá mañana, pero con la certeza de que serán capaces de lograr sobrellevar lo que venga, con el único deseo de subsistir un día más.


Sin embargo no es complicado extrapolar la situación y compararla con el estado en el que se encuentran algunas zonas a día de hoy. Partes de África, Asia o América Latina pueden convertirse en ejemplos actuales de metrópolis enteras desestructuradas, a merced de su propia suerte. La inseguridad es el pan de cada día para miles y miles de personas. Puedes poner nombre a esas masas recordando a los que se apiñan bajo lonas de plásticos en Haití, meses después de la desgracia (aunque su situación no era muy distinta antes). Puedes acordarte de los ciudadanos de Corea del Norte, oprimidos por el fanatismo y la desinformación. También puedes pararte a recordar los millones que se cobijan en los campos de refugiados que invaden en hemisferio sur. Pero son imágenes lejanas, imprecisas y difusas. Fantasía al fin y al cabo, como las historias de Auster.

14 de agosto de 2010


Me pareció ver una telaraña por aquí, habrá que renovar las chorradas que digo en este espacio ¿no? Que ya va siendo hora. Ahora sin complicaciones, ni malos rollos, ni historias, ni ataduras, ni nada. Tengo ganas de creerme que puedo hacer lo que quiera ¿no? Iré con cuidado no sea que tropiece y me caiga desde arriba del todo. Con calma y sin parar.


Y ahora un fragmento del blog de Diego, que me identifica un poquito hoy:

De un tiempo a esta parte, me niego a tener miedo por nada que no sea un arma blanca a menos de dos centímetros de una artería importante. Improvisar es seguirle el juego a la vida En palabras del propio V: "El mundo entero es un escenario. Y todo lo demás, vodevil"



Y quiero publicar entradas un poco más de seguido, palabra. Lo que pasa es que cuando tengo ganas de escribir no tengo PC y cuando tengo PC ni rastro de las ganas... En fin

Disfrutad de este desértico verano que se traga a las personas por sus vacaciones.

28 de julio de 2010

SÍL·LABES DE VIDRE



Me he renovado por completo la música. Ha sido una hecatombe voluntaria reinsertiva que ha dado oportunidades a artistas que se me pasaban por la cabeza de milagro. Unas seiscientas canciones casi desconocidas para mi, si me aburro no será por falta de melodías.

Hace un rato cuando volvía a casa de recoger el pen con (más) música me he puesto a escuchar a Pau Alabajos, es un cantautor valenciano con unas letras increíbles. Había oído hablar bastante de él y es frecuente encontrarlo en conciertos de por aquí cerca. Sin embargo nunca le había prestado atención. El sábado pasado fui a una actuación y casi ni le hice caso. Pero me quedó dentro la sensación esa de que su música se merece una oportunidad. Y no me equivocaba. Cuando he escuchado este tema no he podido evitar emocionarme como no hacía mucho. He sentido escalofríos y se me ha puesto la piel de gallina. Y todo eso sin ser una letra con la que me identifique ahora. Lo dicho, increíble. Porque es una de esas canciones que te recorren dándote corrientes, que sientes que te fluyen por dentro. Tan cercanas y tan sinceras que te oprimen.

19 de julio de 2010

Mmmh, ¿y ahora?


Hoy ha sido el día en que se han adelantado las listas de admitidos en la universidad de Valencia. A las doce en punto del mediodía han salido. Me cogieron en la primera opción. Periodismo, número doce. No he parpadeado porque no sabía que hacer, no sabía ni si creérmelo o dejarlo estar para luego. Después de eso mi cabeza ya no ha podido parar quieta en todo lo que quedaba (y queda) de día. He empezado a reafirmar y confirmar todas las cosas que quiero hacer, las que me gustaría, las que pienso que tal vez me atreva y las que fantaseo con poder hacer. Ha habido un segundo en el que me he sobrecargado un poco pero luego ya se me ha ido pasando. He llegado a la conclusión de que si hago el cincuenta por ciento de todo lo que me planteo ya voy muy, pero que muy bien. He pensado que me voy a hacer una especie de lista (hay que ver como me gusta hacer listas y tachar las cosas conforme las hago, es una sensación casi gratificante, en serio, también relaja casi tanto como explotar burbujitas de aire).

En fin, que mañana ya me volveré a replantear todo de nuevo, again. Me haré mi listita y todos tan felices...

Buenas noches!

Por cierto, que no se corra la voz, pero estoy tan desorientada como Alex (foto) en ese momento...

18 de julio de 2010

Que si, que me largo.

Me voy a Galicia, y ya es oficial. Aunque no me lo crea. Valencia y Cartagena son las dos ciudades más alejadas de Ferrol en toda la península. Tengo ganas del frío del norte, de llevar manga larga en agosto y de que el cielo me moje, de que todo huela a tierra húmeda y a césped. De meterme en postales de vacas lecheras y playas desiertas, con acantilados. Y pienso hacer muchas fotos, cantidades industriales sin devoluciones permitidas. También creo que voy a tener muchas ganas de sentarme en algún sitio desde el que se vea el mar y coger un bolígrafo durante un buen rato.

Pero creo que de todas las cosas que me imagino que tengo ganas de hacer la que más y más me llama la atención es la de recorrerme esos más de mil kilómetros yo sola. Independiente y encima en tren, rodeada de extraños a los que posiblemente no vuelva a ver jamás, envuelta en quince maravillosas horas de viaje, en total, absoluta y magnífica soledad para pensar en todo. Para darle vueltas circulares a los cuadrados y llegar a conclusiones medio repetidas y sin sentido. No me explico aún como me dejan cruzar prácticamente el país, que no lo entiendo, de verdad. Así, por las buenas. Bueno, tan así no, me ha costado una semana de alicatar, al principio lo vi azuloscurocasinegro pero luego ya se fue aclarando la cosa. Con un poco de aguarrás y palabras transparentes todo se diluye un poco. En fin, que prácticamente en menos de diez días ya podré calmar mis ansias de pseudo-solitaria y sin salir del país para conseguirlo.

Y se me presenta una semana movida, sin sobresaltos ni demasiadas sorpresas pero con mediosplanes asomando por cada tarde. Cada vez me estoy planteando más seriamente lo de usar agenda en verano, me da miedo olvidarme de haber quedado con alguien. Pero como en vacaciones no se en que dia vivo me lio con bastante facilidad a la hora de acudir a las citas. Entre cine, universidades, piscinas, guitarra, limpiezas, quedar con personas importantes, conciertos e historias que no me vienen a la cabeza ando medio perdida. Además, me he retado a terminar Los Pilares de la Tierra antes de largarme. Llevaba mucho tiempo sin leer bien y este verano intento recuperar el tiempo perdido en estos dos últimos años. Que si, que nunca he parado de hacerlo, pero no lo suficiente. Me sabia realmente mal abandonar a los libros en la mesita a su suerte. Pero la falta de tiempo y las malas elecciones han estado haciendo de las suyas durante mucho mucho rato. ahora ya me he puesto a ello y no hay queja. Creo que estos últimos meses ya van cuatro más o menos. Releí la Casa de los Espíritus, L'Ambició d'Aleix (craso error), Alicia en el País de las Maravillas, Miau, Entre Visillos, Primera Memoria, (parte de) Retrato de un Joven Malvado y el Retrato de Dorian Gray. Creo que más o menos esos son todos desde abril, igual me da por hacer alguna que otra reseña próximamente, quien sabe...

En fin, marcho a terminar de ver el final de "Gato Negro, Gato Blanco" comedia yugoslava rara donde las haya. Graciosa y surrealista a partes iguales. Después me iré a por mi amigo Follet, a ver hasta cuando me aguanta esta madrugada...



Buenas noches

13 de julio de 2010

Pensaba que la parrilla televisiva no podía ir a peor. Acabo de descubrir que si, y no por culpa de telecinco (que también) precisamente. Un martes de verano cualquiera te encuentras con dos películas de Chuck Norris simultáneamente y la segunda de Crepúsculo para amenizar la jornada. Señores de Antena 3 y La Sexta, ¿en qué pensaban? Poca gente ve la televisión en verano, pero los que hacemos zapping merecemos un cierto respeto. Menudo sobresalto cuando he intentado evadirme del bueno de Chuck y al cambiar de canal me ha asaltado de nuevo. Que pongan Delta Force, bueno, pase, sirve para reírse. Pero lo de El héroe y el terror, eso ni es legal ni tiene nombre. No se, ese hombre-personaje no me inspira confianza, son muchos los que le han mitificado, pero a mi me da un poco de penita, la verdad. Alguien con esa reputación no puede caerme bien desde un principio. No tengo ganas de seguir con el tema, me da un poco de nauseas y más en este momento, que ya no son horas.

Se me acaban de quitar las ganas de todo, estoy alucinando...Esto es como una jarra de agua fría en la nuca. Toma ya.

12 de julio de 2010


Cada vez odio más y más las grandes superficies, ese sentimiento irracional de querer matar a todas las personas cargadas de bolsas del Media Markt o del Carrefour no puede ser bueno. Hoy me he pasado toda la tarde deambulando por el parque comercial de Alfafar, menudo coñazo. Es un estrés que el lunes te ahogues entre tanto consumismo. Crisis, crisis y todos comprando, no se podía dar un paso, ni que fuese sábado (el día de compras por exelencia). Estaba todo saturadísimo de niños, abuelas, padres con hijos, parejas, psicópatas solitarios, etc, etc... Me han dado ganas de agitar cerillas y gasolina, pero me contuve. Nah, era un día tranquilo, brillaba el sol y el calor hacía el ambiente irrespirable de humedad. Pero yo sonreía como solo los idiotas saben.

No se si fue anoche o esta mañana que pulsé el botón de "reset" que llevo incluido, y me sentó mejor de lo que esperaba. Está siendo el reinicio mejor llevado de mi vida, sinceramente. Podría decirse que incluso estoy orgullosa, aunque es pronto para llegar a esa conclusión. No se, necesitaba sentarme a pensar mis cosas. Madurar un poco los hechos. Me puse a ello y ahora todo me parece distinto. Oigo las canciones, leo las notas y reviso el pasado y sonrío. Lo entendí de repente, sin explicaciones. Entendí que hay otra forma de ver las cosas, más libre, más abstracta. No hay cosas preconcebidas, ni planes. Está el presente y el corto plazo, eso es lo único que me importa, disfrutar del momento, de las personas y de las circunstancias. Y ya no me preocupa en absoluto no poder encadenarme a una ilusión imposible. No. Prefiero mil veces vivir lo que me depare esa oportunidad en el momento y ya. Sin más, si luego se vuelve no sabría que hacer, al igual que tampoco sabría por donde tirar si no lo hace. Ni lo se ni me preocupa.


Y sonríe...

11 de julio de 2010

On y off


Aquí estoy yo ahora, sentada en mi salón, con el portátil. La selección española está jugando la final y ya ha terminado la primera parte, como todo el mundo sabrá van cero a cero. Tampoco es que me guste el fútbol, nunca he visto un partido entero pero quiero saber si he de ponerme a cubierto cuando España gane y las calles se llenen de locos con banderas, gritos, alcohol y vuvuzelas.

Realmente el fútbol ahora me la trae bastante floja, sinceramente. Hace dos días que volví de Madrid y me niego a considerarlo como un sueño, no, no y mil veces no. Ha sido una experiencia que igual la estaba enfocando como no tocaba, ahora me toca reestructurarme la cabeza y prepararme para volver a construirme y avanzar. He decidido también que sí, que voy a ir, de modo distinto tal vez, pero que voy a hacerlo. Porque lo necesito, más que nada. He de confirmar cosas, desechar otras y aclararme. De momento tengo unos cuantos días para hacerme a la idea. No está mal para empezar. Me he tomado las cosas mejor de lo que pensaba, aunque me cueste reconocer que estoy algo así como destrozada y la vida me parezca sin sentido. Pero no, yo no soy así... he de probar con el optimismo. A sacar risas de donde no las haya y a continuar luchando (aunque de modo distinto) por lo que creo y quiero. Es una perspectiva nueva que cuesta mucho muchísimo, veremos como se me da.

Los del fútbol han vuelto y creo que voy a darle una pequeña oportunidad a la roja. Puede que me deje llevar solo por el recuerdo de la cafetería del colegio mayor, de cuando nos acercábamos a ver los últimos minutos del partido...eso o que tal vez sea el fútbol, que me interesa.

4 de julio de 2010

Los domingos por Madrid

Los días raros se suceden, como si toda mi vida formase parte del sueño efímero de alguna mariposa de la Casa de Campo. La novedad de hoy ha sido que a primera hora ya no tenía tantas ganas de llorar y me he reprimido con resultados bastante notables. Tras asaltar la bolsa de mini-galletas he pensado que acompañada de algo líquido estarían mejor y me he bajado a desayunar (más). La mañana ha pasado bastante estática, por aquí yendo a misa para evadirme un poco del mundo real y para ver si la ostia mojada en vino se me subía a la cabeza para poder tener delirios un poco más agradables. No ha surtido el efecto deseado así que hemos bajado a los ordenadores, a leer ADV, a reírnos un poco de la gente, que aunque este mal en días como hoy necesito reírme de algo (al precio que sea). Así hasta casi la hora de comer, a las dos y pico tenía los ojos tan cansados de mirar las desgracias anónimas que nos hemos subido a la habitación. Cuando volvíamos a bajar para nosequé ha aparecido X con la típica cara de perro abandonado que suelen poner los tíos cuando tienen la ligera sospecha de que te vas a cabrear por algo que han hecho. Lo lamentable es que suele provocar el efecto esperado en más casos de los que cabría esperar y hoy no iba a ser menos.


Cuando terminamos de comer me fui con dos amigos al teleférico de Madrid, ese aparato tan chulo que te da una vueltecita de diez minutos por encima de la Casa de Campo. To mu bonico. Lo malo es ponerse a andar por medio de ese solar erosionado a las cinco de la tarde con toda la calor del mundo acumulada y con unas sandalias que se rompen cuando bajas las cuestas. Todo precioso, si, si, si...a ver cuando me pagan y vuelvo. No se porque le llaman pulmón verde, es un secarral inmenso lleno de alambres y hierbajos que pinchan. Será la visión de los madrileños, que son muy suyos ellos. Después de vagar por el desierto durante casi una hora hemos llegado al "lago". Creo que ha sido lo que más me ha llamado la atención en todo el día. No el lago sino la concentración-campamento base-mercado latinoaméricano que había a unos metros de allí. Le llamaremos "Little Ecuador" (a modo de tributo, sin ninguna clase de sentido peyorativo). Era un sitio muy majo, todo lleno de gente alegre y puestos de comida ilegales. Una señora me ha dado a probar algo parecido a un trozo de carne de cerdo, muy rico ciertamente. Lo que me he preguntado toda la tarde es porque la gente se metía semejantes raciones de calorías y grasas a las seis de la tarde. ¿merienda, cena, comida? Creo que no quiero saberlo... También había chucherías, granizados (muy muy extraños), ropa interior falsificada y latas frías a muy buen precio. La inmersión cultural ha sido muy enriquecedora pero como no queríamos empacharnos dmasiado el espíritu de mestizaje decidimos buscar una boca de metro que nos llevase hasta el museo del Prado (que era domingo y entras gratis). Salimos en Atocha, sí, justo enfrente de la estación. Se ve que no hay más salidas del metro por las que ir que justamente tengo que aparecer por esa. Me he comprado un helado para mitigar un poco las sensaciones. Las calorías en forma de nata me han enfriado un poco el cerebro y he podido congelar un poco todo lo que me pasaba por la cabeza y ponerme a pensar en mis (otras) cosas.

El Prado esta bien, es el tercer museo más grande del mundo y esas cosas. Había cuadros que conocía y que me ha encantado ver, obras de Sorolla, Velázquez y Goya sobretodo. Aunque he llegado a la conclusión de que tal vez lo mio sea más el arte contemporáneo. Del siglo XIX en adelante y esas cosas. Iré a probar suerte esta semana al Reina Sofía (que también es gratis y no cierra los lunes). Después de absorber cultura por todos los poros de mi cuerpo y de que me doliesen los ojos de tanto mirar reyes y santos cierran el museo. Eran aún las ocho así que Diego y yo nos hemos ido a dar una vueltecilla en metro para hacer tiempo e inventarnos la vida de las personas desconocidas del vagón. Divertido, de verdad, os lo recomiendo como desestresante. Nos ha abordado uno de esos hombres que vende pañuelos de papel y yo le he dado conversación. Cuando nos ha contado su vida yo pretendía comprarle uno de esos paquetitos por las molestias de haberme tenido que contar sus desgracias. El tipo se ha bajado como alma que lleva el diablo cuando le estaba preguntando cuanto valían. Estos madrileños... Al cabo de un rato ha aparecido una mujer con intenciones similares pero ya no he tenido ganas de darle conversación, no fuera cosa que me volviera a pasar lo mismo.

Ahora hace un rato que hemos cenado y me he arrastrado (de nuevo) a esta fría e impersonal sala de ordenadores en el más lúgubre de los sótanos lúgubres de este mundo. Esperando se me pasan los ratos y me estoy aburriendo de no tener mis cosas en este maldito PC. Me molesta todavía más tener aquí mi portátil pero no tener conexión a Internet. Sí, se que es una contradicción, pero no pienso pagar los dos euros que vale el cable. Me he cansado de aporrear las teclas, me subo a leer un raro.






Buenas noches.


[...]

3 de julio de 2010

Asco de Vida

La verdad es que releyendo este blog me aburro, me deprimo, me doy cuenta de lo tonta que era. Bueno, a lo mejor tonta no, pero si más estúpida que ahora (que las estupideces las sigo haciendo igual). Pero no se, he decidido que voy a recuperar este blog, con menos cursilerías y ñoñeces y que incluso puede que borre las entradas anteriores que me parezcan inaceptables. Dejaré este espacio para las reflexiones y pajas mentales más íntimas y en el otro blog os aburriré con lo que me pase por la cabeza cuando veo las noticias (hay que joderse).

Hoy a sido un dia raro, de los más raros de mi vida y sin exagerar. No ha sido raro de pelicula, más bien ha sido raro de surrealista, de imposible y de raro. También me dolio bastante, si, si, si, pero mejor no hacer demasiado incapié en esas partes. Después de dormir apenas tres horas después de salir de fiesta por Chueca durante la semana gay de Madrid y llegar a mi habitación con un mareo de la ostia la fiesta continua un par de horas después (si es que Madrid lo tiene todo). Después de encerrarme en el aseo me he ido a mi habitación a llorar como una idiota y a escribir algo en una libreta para intentar calmarme, cosa que me ha llevado casi una hora. He decidido ponerme unos pantalones y bajar a desayunar algo no vaya a ser que encima de estar medio pirada me vaya a poner enferma. Y he atacado los cereales, oh si, y me da igual que el desconocido con el cual me he sentado me mirase raro y me diese conversación intentando animarme de forma implícita, que me la sudaba todo todo(más o menos como ahora). Terminado el banquete he subido a mi habitación y he llamado a Diego (gracias, gracias, gracias y mil veces más gracias por no enviarme a la mierda, que es lo que me merecía).

Le he acompañado a desayunar de nuevo porque la mini-habitación asfixiante y la lluvia nos estaba poniendo muy pero que muy nerviosos, claustrofóbicos y atacados de los nervios. Como una zombie he vuelto a bajar al comedor. Una vez saciado su apetito de néctares frutales hemos cogido el metro para salir en busca de una oficina de correos ubicada en medio de la nada ( cambiad la nada por ciudad universitaria en pleno julio). Hemos preguntado a los señores que corren, a los señores de los coches, a los señores que pasaban por allí, y nada. Debe de haber una organización secreta o algo peor disfrutando de que inocentes jóvenes inocentes vaguen sin rumbo por los confines desérticos de la Complutense eternamente, dando vueltas y más vueltas en círculos. Al final mandamos la dichosa oficina a la mierda y empezamos a hacer el tonto con carteles y demás artilugios entretenidos del mobiliario urbano (he de hacerlo mas a menudo). También ha conseguido hacerme reír, que aún no se ni como (gracias de nuevo) y hemos salido hacia Gran Vía, a comer. Bueno no, antes de eso hemos pasado por el colegio mayor, a por algo de dinero y ha ocurrido lo que ahora se conoce como "el misterioso incidente de la rueda". Podeís haceros una idea del suceso si pensais en una cuesta muuuy larga y empinada, un neumático abandonado, un par de personas empujando la rueda desde arriba de la calle y una puerta abierta al final de la calle distpuesta a acoger a las ruedas perdidas y sin rumbo. Fue lo más gracioso del día. sí, lo se, es bastante triste, pero es lo que hay.

El centro de Madrid era un hervidero de cultura y gente gay. Después de lo de esta mañana me repanteé seriamente varias veces lo de convertirme en hombre y tras ver como estaba el panorama las ganas de hacerlo fueron en aumento. No se, cogí la camara y nos pusimos a grabar la ciudad en plan callejeros-vagabundos, etc. Me puse tan reivindicativa en la manifestación que hasta cogí una pancarta. Por ese altruismo cívico una organización gay argentina nos hizo una entrevista y nos regaló una bonita camiseta (para dormir). También salimos en CNN+, en "eso de los gayers" como dice la gente. Lo de salir en la tele haciendo el capullo por atrás de una reportera me ha servido como una pequeña compensación por la desgracia de ayer. Igual no lo sabeis, pero no fui a visitar los estudios de Sogecable (Cuatro y CNN+) por ser una gilipoyas integral y quedarme durmindo y haciendo (todavía más y más) el idiota. Báh, luego de dar vueltas empapandonos de cultura homosexual fuimos (de nuevo) a un Starbucks, aprovecho para decir que estos locales me dan mala espina, ya les dedicaré una entrada en el futuro si se tercia, y correrán ríos de tinta y de sangre. Después de eso nos echaron de un maldito y cutre bar por no llevar los DNIs, y eso que éramos casi los únicos clientes, hay que joderse. A cuatro meses de ser mayor de edad y no puedo ni evadirme de la realidad con una triste cerveza cuando me da la gana, jo-der. Entonces yo ya me cansé de Madrid y pensé que hasta aquí podíamos llegar, estaba muy cansada así que me vine con Diego a la residencia, a hacer la colada.

Fue bonito, me sentí realizada por hacer algo útil después de días y días de ir de chorrada en chorrada. Cenamos algo insípido y de apariencia misteriosa. Vimos los últimos minutos de fútbol, con el primer gol en directo que veo en mi vida incluido. Pero todo sigue siendo igual de mierda o más que a primera hora, ni mi movil suena ni me reclaman las llaves y me siento como una enorme estúpida e idiota integral por todo. Ahora me he arrastrado hasta una enorme sala de ordenadores públicos en un sótano frío y lúgubre a escribir y descargar en sociedad las chorradas varias que tanto me atormentan.

Buenas noches.






[...]