28 de julio de 2010

SÍL·LABES DE VIDRE



Me he renovado por completo la música. Ha sido una hecatombe voluntaria reinsertiva que ha dado oportunidades a artistas que se me pasaban por la cabeza de milagro. Unas seiscientas canciones casi desconocidas para mi, si me aburro no será por falta de melodías.

Hace un rato cuando volvía a casa de recoger el pen con (más) música me he puesto a escuchar a Pau Alabajos, es un cantautor valenciano con unas letras increíbles. Había oído hablar bastante de él y es frecuente encontrarlo en conciertos de por aquí cerca. Sin embargo nunca le había prestado atención. El sábado pasado fui a una actuación y casi ni le hice caso. Pero me quedó dentro la sensación esa de que su música se merece una oportunidad. Y no me equivocaba. Cuando he escuchado este tema no he podido evitar emocionarme como no hacía mucho. He sentido escalofríos y se me ha puesto la piel de gallina. Y todo eso sin ser una letra con la que me identifique ahora. Lo dicho, increíble. Porque es una de esas canciones que te recorren dándote corrientes, que sientes que te fluyen por dentro. Tan cercanas y tan sinceras que te oprimen.

19 de julio de 2010

Mmmh, ¿y ahora?


Hoy ha sido el día en que se han adelantado las listas de admitidos en la universidad de Valencia. A las doce en punto del mediodía han salido. Me cogieron en la primera opción. Periodismo, número doce. No he parpadeado porque no sabía que hacer, no sabía ni si creérmelo o dejarlo estar para luego. Después de eso mi cabeza ya no ha podido parar quieta en todo lo que quedaba (y queda) de día. He empezado a reafirmar y confirmar todas las cosas que quiero hacer, las que me gustaría, las que pienso que tal vez me atreva y las que fantaseo con poder hacer. Ha habido un segundo en el que me he sobrecargado un poco pero luego ya se me ha ido pasando. He llegado a la conclusión de que si hago el cincuenta por ciento de todo lo que me planteo ya voy muy, pero que muy bien. He pensado que me voy a hacer una especie de lista (hay que ver como me gusta hacer listas y tachar las cosas conforme las hago, es una sensación casi gratificante, en serio, también relaja casi tanto como explotar burbujitas de aire).

En fin, que mañana ya me volveré a replantear todo de nuevo, again. Me haré mi listita y todos tan felices...

Buenas noches!

Por cierto, que no se corra la voz, pero estoy tan desorientada como Alex (foto) en ese momento...

18 de julio de 2010

Que si, que me largo.

Me voy a Galicia, y ya es oficial. Aunque no me lo crea. Valencia y Cartagena son las dos ciudades más alejadas de Ferrol en toda la península. Tengo ganas del frío del norte, de llevar manga larga en agosto y de que el cielo me moje, de que todo huela a tierra húmeda y a césped. De meterme en postales de vacas lecheras y playas desiertas, con acantilados. Y pienso hacer muchas fotos, cantidades industriales sin devoluciones permitidas. También creo que voy a tener muchas ganas de sentarme en algún sitio desde el que se vea el mar y coger un bolígrafo durante un buen rato.

Pero creo que de todas las cosas que me imagino que tengo ganas de hacer la que más y más me llama la atención es la de recorrerme esos más de mil kilómetros yo sola. Independiente y encima en tren, rodeada de extraños a los que posiblemente no vuelva a ver jamás, envuelta en quince maravillosas horas de viaje, en total, absoluta y magnífica soledad para pensar en todo. Para darle vueltas circulares a los cuadrados y llegar a conclusiones medio repetidas y sin sentido. No me explico aún como me dejan cruzar prácticamente el país, que no lo entiendo, de verdad. Así, por las buenas. Bueno, tan así no, me ha costado una semana de alicatar, al principio lo vi azuloscurocasinegro pero luego ya se fue aclarando la cosa. Con un poco de aguarrás y palabras transparentes todo se diluye un poco. En fin, que prácticamente en menos de diez días ya podré calmar mis ansias de pseudo-solitaria y sin salir del país para conseguirlo.

Y se me presenta una semana movida, sin sobresaltos ni demasiadas sorpresas pero con mediosplanes asomando por cada tarde. Cada vez me estoy planteando más seriamente lo de usar agenda en verano, me da miedo olvidarme de haber quedado con alguien. Pero como en vacaciones no se en que dia vivo me lio con bastante facilidad a la hora de acudir a las citas. Entre cine, universidades, piscinas, guitarra, limpiezas, quedar con personas importantes, conciertos e historias que no me vienen a la cabeza ando medio perdida. Además, me he retado a terminar Los Pilares de la Tierra antes de largarme. Llevaba mucho tiempo sin leer bien y este verano intento recuperar el tiempo perdido en estos dos últimos años. Que si, que nunca he parado de hacerlo, pero no lo suficiente. Me sabia realmente mal abandonar a los libros en la mesita a su suerte. Pero la falta de tiempo y las malas elecciones han estado haciendo de las suyas durante mucho mucho rato. ahora ya me he puesto a ello y no hay queja. Creo que estos últimos meses ya van cuatro más o menos. Releí la Casa de los Espíritus, L'Ambició d'Aleix (craso error), Alicia en el País de las Maravillas, Miau, Entre Visillos, Primera Memoria, (parte de) Retrato de un Joven Malvado y el Retrato de Dorian Gray. Creo que más o menos esos son todos desde abril, igual me da por hacer alguna que otra reseña próximamente, quien sabe...

En fin, marcho a terminar de ver el final de "Gato Negro, Gato Blanco" comedia yugoslava rara donde las haya. Graciosa y surrealista a partes iguales. Después me iré a por mi amigo Follet, a ver hasta cuando me aguanta esta madrugada...



Buenas noches

13 de julio de 2010

Pensaba que la parrilla televisiva no podía ir a peor. Acabo de descubrir que si, y no por culpa de telecinco (que también) precisamente. Un martes de verano cualquiera te encuentras con dos películas de Chuck Norris simultáneamente y la segunda de Crepúsculo para amenizar la jornada. Señores de Antena 3 y La Sexta, ¿en qué pensaban? Poca gente ve la televisión en verano, pero los que hacemos zapping merecemos un cierto respeto. Menudo sobresalto cuando he intentado evadirme del bueno de Chuck y al cambiar de canal me ha asaltado de nuevo. Que pongan Delta Force, bueno, pase, sirve para reírse. Pero lo de El héroe y el terror, eso ni es legal ni tiene nombre. No se, ese hombre-personaje no me inspira confianza, son muchos los que le han mitificado, pero a mi me da un poco de penita, la verdad. Alguien con esa reputación no puede caerme bien desde un principio. No tengo ganas de seguir con el tema, me da un poco de nauseas y más en este momento, que ya no son horas.

Se me acaban de quitar las ganas de todo, estoy alucinando...Esto es como una jarra de agua fría en la nuca. Toma ya.

12 de julio de 2010


Cada vez odio más y más las grandes superficies, ese sentimiento irracional de querer matar a todas las personas cargadas de bolsas del Media Markt o del Carrefour no puede ser bueno. Hoy me he pasado toda la tarde deambulando por el parque comercial de Alfafar, menudo coñazo. Es un estrés que el lunes te ahogues entre tanto consumismo. Crisis, crisis y todos comprando, no se podía dar un paso, ni que fuese sábado (el día de compras por exelencia). Estaba todo saturadísimo de niños, abuelas, padres con hijos, parejas, psicópatas solitarios, etc, etc... Me han dado ganas de agitar cerillas y gasolina, pero me contuve. Nah, era un día tranquilo, brillaba el sol y el calor hacía el ambiente irrespirable de humedad. Pero yo sonreía como solo los idiotas saben.

No se si fue anoche o esta mañana que pulsé el botón de "reset" que llevo incluido, y me sentó mejor de lo que esperaba. Está siendo el reinicio mejor llevado de mi vida, sinceramente. Podría decirse que incluso estoy orgullosa, aunque es pronto para llegar a esa conclusión. No se, necesitaba sentarme a pensar mis cosas. Madurar un poco los hechos. Me puse a ello y ahora todo me parece distinto. Oigo las canciones, leo las notas y reviso el pasado y sonrío. Lo entendí de repente, sin explicaciones. Entendí que hay otra forma de ver las cosas, más libre, más abstracta. No hay cosas preconcebidas, ni planes. Está el presente y el corto plazo, eso es lo único que me importa, disfrutar del momento, de las personas y de las circunstancias. Y ya no me preocupa en absoluto no poder encadenarme a una ilusión imposible. No. Prefiero mil veces vivir lo que me depare esa oportunidad en el momento y ya. Sin más, si luego se vuelve no sabría que hacer, al igual que tampoco sabría por donde tirar si no lo hace. Ni lo se ni me preocupa.


Y sonríe...

11 de julio de 2010

On y off


Aquí estoy yo ahora, sentada en mi salón, con el portátil. La selección española está jugando la final y ya ha terminado la primera parte, como todo el mundo sabrá van cero a cero. Tampoco es que me guste el fútbol, nunca he visto un partido entero pero quiero saber si he de ponerme a cubierto cuando España gane y las calles se llenen de locos con banderas, gritos, alcohol y vuvuzelas.

Realmente el fútbol ahora me la trae bastante floja, sinceramente. Hace dos días que volví de Madrid y me niego a considerarlo como un sueño, no, no y mil veces no. Ha sido una experiencia que igual la estaba enfocando como no tocaba, ahora me toca reestructurarme la cabeza y prepararme para volver a construirme y avanzar. He decidido también que sí, que voy a ir, de modo distinto tal vez, pero que voy a hacerlo. Porque lo necesito, más que nada. He de confirmar cosas, desechar otras y aclararme. De momento tengo unos cuantos días para hacerme a la idea. No está mal para empezar. Me he tomado las cosas mejor de lo que pensaba, aunque me cueste reconocer que estoy algo así como destrozada y la vida me parezca sin sentido. Pero no, yo no soy así... he de probar con el optimismo. A sacar risas de donde no las haya y a continuar luchando (aunque de modo distinto) por lo que creo y quiero. Es una perspectiva nueva que cuesta mucho muchísimo, veremos como se me da.

Los del fútbol han vuelto y creo que voy a darle una pequeña oportunidad a la roja. Puede que me deje llevar solo por el recuerdo de la cafetería del colegio mayor, de cuando nos acercábamos a ver los últimos minutos del partido...eso o que tal vez sea el fútbol, que me interesa.

4 de julio de 2010

Los domingos por Madrid

Los días raros se suceden, como si toda mi vida formase parte del sueño efímero de alguna mariposa de la Casa de Campo. La novedad de hoy ha sido que a primera hora ya no tenía tantas ganas de llorar y me he reprimido con resultados bastante notables. Tras asaltar la bolsa de mini-galletas he pensado que acompañada de algo líquido estarían mejor y me he bajado a desayunar (más). La mañana ha pasado bastante estática, por aquí yendo a misa para evadirme un poco del mundo real y para ver si la ostia mojada en vino se me subía a la cabeza para poder tener delirios un poco más agradables. No ha surtido el efecto deseado así que hemos bajado a los ordenadores, a leer ADV, a reírnos un poco de la gente, que aunque este mal en días como hoy necesito reírme de algo (al precio que sea). Así hasta casi la hora de comer, a las dos y pico tenía los ojos tan cansados de mirar las desgracias anónimas que nos hemos subido a la habitación. Cuando volvíamos a bajar para nosequé ha aparecido X con la típica cara de perro abandonado que suelen poner los tíos cuando tienen la ligera sospecha de que te vas a cabrear por algo que han hecho. Lo lamentable es que suele provocar el efecto esperado en más casos de los que cabría esperar y hoy no iba a ser menos.


Cuando terminamos de comer me fui con dos amigos al teleférico de Madrid, ese aparato tan chulo que te da una vueltecita de diez minutos por encima de la Casa de Campo. To mu bonico. Lo malo es ponerse a andar por medio de ese solar erosionado a las cinco de la tarde con toda la calor del mundo acumulada y con unas sandalias que se rompen cuando bajas las cuestas. Todo precioso, si, si, si...a ver cuando me pagan y vuelvo. No se porque le llaman pulmón verde, es un secarral inmenso lleno de alambres y hierbajos que pinchan. Será la visión de los madrileños, que son muy suyos ellos. Después de vagar por el desierto durante casi una hora hemos llegado al "lago". Creo que ha sido lo que más me ha llamado la atención en todo el día. No el lago sino la concentración-campamento base-mercado latinoaméricano que había a unos metros de allí. Le llamaremos "Little Ecuador" (a modo de tributo, sin ninguna clase de sentido peyorativo). Era un sitio muy majo, todo lleno de gente alegre y puestos de comida ilegales. Una señora me ha dado a probar algo parecido a un trozo de carne de cerdo, muy rico ciertamente. Lo que me he preguntado toda la tarde es porque la gente se metía semejantes raciones de calorías y grasas a las seis de la tarde. ¿merienda, cena, comida? Creo que no quiero saberlo... También había chucherías, granizados (muy muy extraños), ropa interior falsificada y latas frías a muy buen precio. La inmersión cultural ha sido muy enriquecedora pero como no queríamos empacharnos dmasiado el espíritu de mestizaje decidimos buscar una boca de metro que nos llevase hasta el museo del Prado (que era domingo y entras gratis). Salimos en Atocha, sí, justo enfrente de la estación. Se ve que no hay más salidas del metro por las que ir que justamente tengo que aparecer por esa. Me he comprado un helado para mitigar un poco las sensaciones. Las calorías en forma de nata me han enfriado un poco el cerebro y he podido congelar un poco todo lo que me pasaba por la cabeza y ponerme a pensar en mis (otras) cosas.

El Prado esta bien, es el tercer museo más grande del mundo y esas cosas. Había cuadros que conocía y que me ha encantado ver, obras de Sorolla, Velázquez y Goya sobretodo. Aunque he llegado a la conclusión de que tal vez lo mio sea más el arte contemporáneo. Del siglo XIX en adelante y esas cosas. Iré a probar suerte esta semana al Reina Sofía (que también es gratis y no cierra los lunes). Después de absorber cultura por todos los poros de mi cuerpo y de que me doliesen los ojos de tanto mirar reyes y santos cierran el museo. Eran aún las ocho así que Diego y yo nos hemos ido a dar una vueltecilla en metro para hacer tiempo e inventarnos la vida de las personas desconocidas del vagón. Divertido, de verdad, os lo recomiendo como desestresante. Nos ha abordado uno de esos hombres que vende pañuelos de papel y yo le he dado conversación. Cuando nos ha contado su vida yo pretendía comprarle uno de esos paquetitos por las molestias de haberme tenido que contar sus desgracias. El tipo se ha bajado como alma que lleva el diablo cuando le estaba preguntando cuanto valían. Estos madrileños... Al cabo de un rato ha aparecido una mujer con intenciones similares pero ya no he tenido ganas de darle conversación, no fuera cosa que me volviera a pasar lo mismo.

Ahora hace un rato que hemos cenado y me he arrastrado (de nuevo) a esta fría e impersonal sala de ordenadores en el más lúgubre de los sótanos lúgubres de este mundo. Esperando se me pasan los ratos y me estoy aburriendo de no tener mis cosas en este maldito PC. Me molesta todavía más tener aquí mi portátil pero no tener conexión a Internet. Sí, se que es una contradicción, pero no pienso pagar los dos euros que vale el cable. Me he cansado de aporrear las teclas, me subo a leer un raro.






Buenas noches.


[...]

3 de julio de 2010

Asco de Vida

La verdad es que releyendo este blog me aburro, me deprimo, me doy cuenta de lo tonta que era. Bueno, a lo mejor tonta no, pero si más estúpida que ahora (que las estupideces las sigo haciendo igual). Pero no se, he decidido que voy a recuperar este blog, con menos cursilerías y ñoñeces y que incluso puede que borre las entradas anteriores que me parezcan inaceptables. Dejaré este espacio para las reflexiones y pajas mentales más íntimas y en el otro blog os aburriré con lo que me pase por la cabeza cuando veo las noticias (hay que joderse).

Hoy a sido un dia raro, de los más raros de mi vida y sin exagerar. No ha sido raro de pelicula, más bien ha sido raro de surrealista, de imposible y de raro. También me dolio bastante, si, si, si, pero mejor no hacer demasiado incapié en esas partes. Después de dormir apenas tres horas después de salir de fiesta por Chueca durante la semana gay de Madrid y llegar a mi habitación con un mareo de la ostia la fiesta continua un par de horas después (si es que Madrid lo tiene todo). Después de encerrarme en el aseo me he ido a mi habitación a llorar como una idiota y a escribir algo en una libreta para intentar calmarme, cosa que me ha llevado casi una hora. He decidido ponerme unos pantalones y bajar a desayunar algo no vaya a ser que encima de estar medio pirada me vaya a poner enferma. Y he atacado los cereales, oh si, y me da igual que el desconocido con el cual me he sentado me mirase raro y me diese conversación intentando animarme de forma implícita, que me la sudaba todo todo(más o menos como ahora). Terminado el banquete he subido a mi habitación y he llamado a Diego (gracias, gracias, gracias y mil veces más gracias por no enviarme a la mierda, que es lo que me merecía).

Le he acompañado a desayunar de nuevo porque la mini-habitación asfixiante y la lluvia nos estaba poniendo muy pero que muy nerviosos, claustrofóbicos y atacados de los nervios. Como una zombie he vuelto a bajar al comedor. Una vez saciado su apetito de néctares frutales hemos cogido el metro para salir en busca de una oficina de correos ubicada en medio de la nada ( cambiad la nada por ciudad universitaria en pleno julio). Hemos preguntado a los señores que corren, a los señores de los coches, a los señores que pasaban por allí, y nada. Debe de haber una organización secreta o algo peor disfrutando de que inocentes jóvenes inocentes vaguen sin rumbo por los confines desérticos de la Complutense eternamente, dando vueltas y más vueltas en círculos. Al final mandamos la dichosa oficina a la mierda y empezamos a hacer el tonto con carteles y demás artilugios entretenidos del mobiliario urbano (he de hacerlo mas a menudo). También ha conseguido hacerme reír, que aún no se ni como (gracias de nuevo) y hemos salido hacia Gran Vía, a comer. Bueno no, antes de eso hemos pasado por el colegio mayor, a por algo de dinero y ha ocurrido lo que ahora se conoce como "el misterioso incidente de la rueda". Podeís haceros una idea del suceso si pensais en una cuesta muuuy larga y empinada, un neumático abandonado, un par de personas empujando la rueda desde arriba de la calle y una puerta abierta al final de la calle distpuesta a acoger a las ruedas perdidas y sin rumbo. Fue lo más gracioso del día. sí, lo se, es bastante triste, pero es lo que hay.

El centro de Madrid era un hervidero de cultura y gente gay. Después de lo de esta mañana me repanteé seriamente varias veces lo de convertirme en hombre y tras ver como estaba el panorama las ganas de hacerlo fueron en aumento. No se, cogí la camara y nos pusimos a grabar la ciudad en plan callejeros-vagabundos, etc. Me puse tan reivindicativa en la manifestación que hasta cogí una pancarta. Por ese altruismo cívico una organización gay argentina nos hizo una entrevista y nos regaló una bonita camiseta (para dormir). También salimos en CNN+, en "eso de los gayers" como dice la gente. Lo de salir en la tele haciendo el capullo por atrás de una reportera me ha servido como una pequeña compensación por la desgracia de ayer. Igual no lo sabeis, pero no fui a visitar los estudios de Sogecable (Cuatro y CNN+) por ser una gilipoyas integral y quedarme durmindo y haciendo (todavía más y más) el idiota. Báh, luego de dar vueltas empapandonos de cultura homosexual fuimos (de nuevo) a un Starbucks, aprovecho para decir que estos locales me dan mala espina, ya les dedicaré una entrada en el futuro si se tercia, y correrán ríos de tinta y de sangre. Después de eso nos echaron de un maldito y cutre bar por no llevar los DNIs, y eso que éramos casi los únicos clientes, hay que joderse. A cuatro meses de ser mayor de edad y no puedo ni evadirme de la realidad con una triste cerveza cuando me da la gana, jo-der. Entonces yo ya me cansé de Madrid y pensé que hasta aquí podíamos llegar, estaba muy cansada así que me vine con Diego a la residencia, a hacer la colada.

Fue bonito, me sentí realizada por hacer algo útil después de días y días de ir de chorrada en chorrada. Cenamos algo insípido y de apariencia misteriosa. Vimos los últimos minutos de fútbol, con el primer gol en directo que veo en mi vida incluido. Pero todo sigue siendo igual de mierda o más que a primera hora, ni mi movil suena ni me reclaman las llaves y me siento como una enorme estúpida e idiota integral por todo. Ahora me he arrastrado hasta una enorme sala de ordenadores públicos en un sótano frío y lúgubre a escribir y descargar en sociedad las chorradas varias que tanto me atormentan.

Buenas noches.






[...]