6 de noviembre de 2011

Thelma & Louise; fugitivas de lo country

Con Thelma & Louise pegada a las retinas he empezado la tarde. Los de la Sexta 3 saben como se siente la gente los domingos por la tarde cuando hace tanto frío y la lluvia es un villano amenazante. De esos que se asoman durante toda la película pero nunca aparecen a cuerpo entero hasta la batalla final, que es cuando empezarán a caer los relámpagos y los truenos de acurrucarse bajo las mantas.

Hacía mucho tiempo que me rondaba por la cabeza verla y disfrutar de las huidas por la desértica Norteamérica profunda. Son personajes planos en el minuto uno que se desdoblan entre matices conforme avanza el argumento. Como las circunstancias absorben tu manera de ser para escupirte como un combinado de emociones  al límite.



Emprender un viaje de ocio, a cualquier parte, para liberarte de la rutina suena tentador y liberador, desconectarte de lo que te ata y necesitas para respirar con tus propios pulmones durante un par de días puede abrirte las puertas a descubrir partes de ti mismo que quizás conocías, pero no sabias encontrar.

Más allá de su interesante argumento y fotografía, su punto fuerte está en las connotaciones que la historia lleva implícitas en su interior. El mensaje es de rebeldía; rebeldía hacía los hombres y rebeldía hacía los estereotipos. Ambos dos todavía presentes y fundamentales en la sociedad occidental de finales del siglo pasado (y ahora). La violencia es una respuesta, pero dentro del marco de la historia no está fuera de contexto. Es verosímil que se actúe así ante los estímulos tan negativos que el exterior envía a ambas protagonistas.

La verdad, creo que yo hubiese hecho lo mismo.





2 de septiembre de 2011

El desencanto


No digas estupideces, ni las pienses, no las escribas, no te las guardes para luego. Trágate cualquier cosa si no es aquello que esperan oír.

Nos educaron para que diésemos por hecho que nuestro futuro estaba atado y bien atado; asegurado y blindado, como las puertas de las casas a las que entran a robar. Sencillo y abundante, solo con necesidades consumistas y materiales fáciles de suplir a diario, creíamos. La globalización y las economías a (gran) escala habían solucionado el presente, ¿por qué no también el futuro? Pues básicamente porque todo cambia y nada permanece. Los actos y procesos se suceden en todas partes y nada podemos hacer por cambiarlo. Con suerte logramos reducir el daño actuando con sentido común.

Por fin nos damos cuenta de que el capitalismo y la cultura de masas planetaria plantean algunas dudas, que tal vez no sean la forma perfecta de avanzar y crecer hacia una equidad sostenible y real que se pueda exportar universalmente.



Pero es confuso, nadie conoce el camino correcto pero todos lo predican. Algunos se aproximan al menos equivocado, pero todos se dan contra muros de hormigón o entre ellos mismos al intentar imponerlo. Dar palos de ciegos, renunciar a la cooperación por el triunfo personal, eso en mi pueblo se llamaba egoísmo.

Somos como el que no sabe lo que busca pero lo cerca con fuerza y determinación en una enorme habitación a oscuras en la que no ha estado nunca y en la que ningún interruptor funciona.


Pero el pesimismo no va de la mano de los cambios, aún puede existir un pequeño éxodo lejano del fracaso absoluto, una ceniza casi apagada de esperanzas capaz de brillar unos segundos más antes de ser barrida por la brisa del tiempo convertida en polvo. Me pregunto a diario que es lo que mantiene todavía vivas las ganas de luchar por un objetivo desdibujado por los medios, los intereses y por nosotros mismos. ¿Cuál es el motivo si parece estar todo perdido? ¿Qué nos hace creer que podemos vencer a un ejército de gigantes siendo nosotros pequeños, casi mudos y desarmados?

Desarmados voluntariamente en realidad, suena duro, pero es cierto, la verdad siempre duele. Si lo piensas bien descubres que la suma de todos es lo que otorga el poder a las élites ajenas. Ingresamos el dinero en sus bancos, compramos sus marcas y productos, trabajamos en sus empresas, les pedimos préstamos financiados con nuestros propios ingresos y esfuerzo. ¿Por qué? Después de cavar todos juntos nuestras tumbas y fabricar sus tronos, ¿con qué derecho nos quejamos de la realidad que les hemos facilitado día tras día desde que el mundo es mundo?

Dinero, capital, ambición. Aunque no nos muramos de hambre tampoco moriremos empachados.



20 de julio de 2011

-SYNTAGMA SQUARE-


Atenas. El lugar en sí ya impone, una ciudad infinita construida a los pies de la milenaria Akrópolis. Calles y callejuelas que se extienden por la ladera hasta donde alcanza la vista, una especie de laberinto en el que solo los lugareños se atreven a hacer de guías.



Paseando por el antiguo y encantador barrio de Plaka, un conglomerado de pequeñas calles peatonales plagadas de bares y rincones en los que perderse, nos damos casi de bruces con la imponente plaza Syntagma. La veo al final de la calle, a lo lejos, las pancartas y un par de furgones policiales me advierten de que ya estoy cerca.

"Cómete a los ricos"

Al acercarnos descubro numerosos locales y mobiliario urbano arrasado; persianas bajadas, bolas de pintura estampadas, transformadores eléctricos y cajeros bancarios reventados... Se respira revolución.

Asambleas, tiendas de campaña, símbolos, consignas, pintadas, charlas y comisiones. Incluso una bandera española como símbolo de apoyo decora una esquina cercana a la enorme fuente que marca el punto cero de la plaza. El parlamento preside la zona alzado en un nivel superior al que se accede por unas amplias escaleras, con una gran bandera griega ondeando en lo más alto.


La gente habla, pasea, discute, trabaja, se mueve. Está claro que la esencia inconformista y contestataria es la misma en todas las Acampadas del 15-M, especialmente en Grecia donde los motivos para manifestarse son innegables. El pacto del euro, los rescates financiados con el dinero de los ciudadanos, el paro en continua ascensión y la pasividad de los responsables de la crisis estimulan los anhelos de justicia, equidad y libertad que los atenienses reclaman.

Deseos y propuestas que suenan utópicas en boca de los indignados pero que se tornan realistas, lógicos y consistentes cuando son otros, como periodistas, economistas o políticos, los que los defienden. Llama la atención por su enorme simbolismo el hecho de que sea aquí, en la cuna de la democracia donde peor estén las cosas y más fuerza tienen las protestas y acciones contestarias en contra del orden que se ha establecido.

Me entristece tener que dejar atrás smejante emblema de la revolución, pero se hace tarde y ya tengo todo lo necesario para asegurar a cualquiera que me pregunte que la insurrección pacífica sigue, que la unión es tan fuerte como el primer día y que no consiguen (ni conseguirán) desanimarnos ni apartarnos de la lucha.


"Grecia sigue civilizada"

P.D: Perdón por la mala maquetación, pero el blogspot no da para más...

22 de abril de 2011

La crisis de Inside Job

La hipocresía que desprende cada resquicio del sistema financiero de los EE.UU. es igual de extraordinaria como de inaceptable. Es difícil reflexionar sobre una crisis que le ha cambiado la vida en mayor o menor medida a millones de personas. En un planeta tan globalizado la crisis ha sido total, se ha extendido con un rápido efecto dominó a todos los rincones del mundo.


El germen de todo el desastre está claro: el sistema capitalista y la avaricia egoísta de los especialistas financieros de las principales bolsas mundiales. Los culpables también fuimos nosotros, la sociedad, que sin saber lo que hacíamos nos fíamos en los bancos porque todo el mundo lo hacía y parecía que iba bien. Pero la historia nos ha dado de nuevo una vieja lección y es que no es oro todo lo que reluce. El dinero fácil no siempre es gratis y a veces se ha de pagar a largo plazo.



Más particularmente el origen de todo se encuentra en los Estados Unidos, concretamente en Wall Steet (Nueva York). Es allí donde a partir de los años 80 comenzó esta orgía de especulación sin medida ni regulación gubernamental de ninguna clase. La vinculación entre política y economía cada vez se volvía más significativa en los EE.UU. Con las cuantiosas aportaciones de ciertas empresas privadas a las campañas electorales de los candidatos a la presidencia del país, así como cuando altos directivos o asesores de Wall Street pasan a ostentar cargos gubernamentales, atendiendo a sus propios intereses durante su trayectoria política.

Adquieren una doble cara y entran en un juego donde lo que prima es amasar enormes fortunas invisibles a través de primas, indemnizaciones, inversiones, bonos y estafas legales y permitidas al ciudadano medio. ¿Cómo van a ser ilegales si son los mismos especuladores los que dictan las normas desde el mismo gobierno? El control y la supervisión de dichas actividades son inexistentes, de vez en cuando avanza alguna medida de regulación, pero nada serio. Solo medidas puramente estéticas para mejorar la imagen externa que se tiene del sector financiero pero cuya eficacia es nula.

Incluso antes de la crisis del 2008 hubo economistas que la predijeron con una exactitud extraordinaria, pero nadie les prestó la atención necesaria. Sus críticas y advertencias sobre el sistema vigente fueron silenciadas y desoídas porque era lo que más interesaba. Días antes del desplome financiero global las estimaciones de los paquetes financieros basura eran buenas, rozando la excelencia, 100% rentables. Los analistas cobran miles de dólares por escribir informes que favorezcan la posición de dichos productos y claro, la imagen que se da es inmejorable. Los inversores invierten y los directivos ganan millones y millones por dichas ventas, aun siendo conscientes de que venden y multiplican valores basura.




El desastre es inminente y finalmente todo explota, llegan los gobiernos y pagan. Rescatan a los poderosos con los impuestos de toda la sociedad. Sería irónico si no fuese tan indignante el hecho de que el dinero con el que los contribuyentes pagan sus impuestos o ingresan en los bancos es el mismo que va a parar en masa a las manos de los directivos y también es el mismo que luego sirve para solucionar sus chapuzas mientras nuestras sus fortunas siguen intactas en cualquier paraíso fiscal. Cuando el sistema financiero global se congela por su culpa es a la sociedad a la que le toca apoquinar, perder sus casas, ver menguados sus ingresos o extraviados sus ahorros. Y nada parece detener la caída hacía al abismo, las políticas de rescate no sirven ante tan enorme chapuza y la recesión se acelera y extiende arrasando con cualquier economía que se le ponga por delante.

Los consumidores no consumen, entonces ¿para qué producir? Solo en China ya se han perdido diez millones de puestos de trabajo en fábricas. Nueve millones de casas han sido embargadas en Estados Unidos y la cosa no mejora porque el sistema persiste, capitaneado por criminales sutiles; de traje, cheque y corbata. Las fusiones de bancos y cajas se suceden, en lugar de perder poder tras la crisis lo aumentan, piden disculpas por lo bajo y siguen a lo suyo. “No volverá a ocurrir” dicen mientras el número de parados crece y crece y desestabiliza a países enteros por culpa de su avaricia. Han salido impunes de lo que podría haber sido su final gracias a las “políticas de salvación” encaminadas a que la recesión no acabe con todo y el crecimiento económico global de toda la sociedad continúe.
El legado de esta crisis es claro, después de que nos aseguren que “ha pasado lo peor” solo veo miseria, paro y embargos. Cero juicios, cero arrestos, ni cargos a los culpables ni un céntimo devuelto a los gobiernos que invirtieron miles de millones de los contribuyentes en el rescate de los grandes bancos. ¿Hay derecho?¿Hay justicia? El mundo financiero está vetado al 99% de la sociedad, parece ser tan complicado que solo los ingenieros en finanzas pueden comprenderlo y darle una forma a su gusto y beneficio. Esconderse tras el anonimato de las grandes corporaciones para seguir saliendo impunes de robos millonarios y sistemáticos es una táctica brillante.

Lástima que ahora que somos plenamente conscientes de ello sigamos peritiéndolo solo porque no sabemos por donde ni como empezar a luchar contra ello. Somos tantos los estafados que todavía no intuimos ni por donde comenzar a organizarnos. Desanimados ya por el desencanto de la continuidad asegurada del capitalismo.

21 de abril de 2011

Y todo hizo PUM



El cine, siempre que voy vuelvo con ganas de escribir y más todavía si llueve y en el trayecto de vuelta nadie abre la boca. Estos días Esta temporada está siendo muy rara, me cambia el mundo y no permanezco en ningún sitio más de una semana. De Valencia a aquí, que si Granada o luego el Viña, todo el mundo anda quejándose de que no me ve. Pero bueno, yo que se. No se sí me encanta hacerme la maleta cada dos días o lo odio. Creo que lo primero, si no me aburro de no hacer nada y se me viene la casa encima. Hoy, por ejemplo, hacía ya tres semanas que no me sentaba en el escritorio de mi habitación, y la última vez que lo hice no estuve aquí ni dos días enteros. Y te pierdes a la gente y sus vidas. Y llegan los reproches o el sentimiento de que "yo debería haber estado ahí". Pero es todo tan enorme que se te escapa.

A la vez te gustaría tener varias vidas, o días de treinta horas para poder hacerlo todo. La verdad es que ahora no tengo ganas de nada, solo de poder conseguir escribir mejor lo que se me está pasando por la cabeza y que el sentimiento de desarraigo que me llena por dentro encuentre un cauce por el que desparramarse sin hacer daño a nadie. ¿Qué le vamos a hacer si la distancia desdibuja las realidades? El tiempo nos hace olvidar como es una persona o que es lo que esperamos de ella. El tiempo nos hace desconfiar y olvidarnos de las cosas que importan. Y la empatia que tanto nos falla estos días es fundamental para que las cosas marchen bien.

Luego la televisión, los diarios y el resto de la gente te bombardea con eso de que el mundo se cae y tu te has de indignar y salvarlo de todas las cosas malas mientras no puedes hacer nada. La apatía del valiente. Pero a la vez que te incitan a actuar te lo prohíben y lo niegan en tu misma cara. Te motivan falsamente, es la imagen corporativa que tiene de moda la sociedad, el eslogan de occidente, ¿no os parece? Nosotros mismos conseguimos hacernos sentirnos culpables a nosotros y al resto. Por ese perpetuo e infinito no hacer nada mientras te quejas de todo. Soy tópica, ¿a qué sí? Solo soy una niñata que no sabe por donde empezar a hacer nada y que por eso no se cree mejor. Simplemente intenta que no se la coma el mundo, y que por lo menos, aunque (todavía) no haga nada ni logre empezar o continuar ningún proyecto que cambie el mundo (o al menos lo mejore un poco). ¿Me van a quedar las ideas al menos?, no es mucho, pero serían una pequeña reserva para cuando descubra por donde empezar. Creo que se llama desencanto.


Y que asco ¿no? Pero sonríe, que dicen que es gratis.

8 de abril de 2011

Propósitos

Como el título indica hoy vamos a hablar sobre los propósitos, el diccionario nos dice que un propósito es el ánimo o intención de hacer o de no hacer algo. O bien es el objeto, mira, cosa que se pretende conseguir. Pero esto no es nada nuevo, ya lo sabíamos . Pero ¿qué nos motiva a hacérnoslos? ¿Por qué nos sentimos impulsados a auto-proponernos cosas? 

Tal vez sea la necesidad de sentirnos mejor con con nosotros mismos, ¿no? Especialmente cuando nuestra vida es una completa mierda insufrible y horrorosa peor que en otras ocasiones. 

Por ejemplo, hace un rato me propuse actualizar y hace ya más de dos horas que dejé el escritorio del blog abierto con los dos primeros párrafos anteriores ahí, tristes y solitarios. Mirándome con la amargura de los que no conocen su futuro. Tenían las mismas posibilidades de ser borrados (de esto tenían más) como de convertirse en una entrada (algo que todavía está por ver). 

No ha sido lo único que me he propuesto hoy, hoy a sido un día de esos en los que te pasan cosas inconexas o medio conectadas que te dicen: No, ya esta. Párate que ya lo tienes bien. O tonterías de esas que a tu cabeza le da por divagar una vez cada dos o tres meses (aproximadamente). Ahora creo que ya me tocaba, esta bien hacerse autocritica de la vida una vez cada mil ¿no? Y más si son los demás quienes te dan las críticas por todas partes. 

A la vista está que últimamente he sido tremenda y abominablemente un poquito desastre. Si hago balance el recuento de cosas que he perdido en las últimas tres semanas: una cámara de video, las llaves, el PEN, mi estuche, unas gafas de vista, unos auriculares, el móvil táctil, una rebeca nueva... Parece trágico pero SIEMPRE SIEMPRE ha habido ahí alguien que se lo ha encontrado y se ha puesto en contacto conmigo para devolvérmelo. Si exceptuamos los cascos (que ya eran viejos y funcionaban mal, además de que tenía por ahí varios de la RENFE, que son gratis y de color morado) y la rebeca (pero la semana siguiente me encontré una chaqueta de mi talla). Empiezo a plantearme que igual el karma SÍ existe y estoy un poco en deuda con él. Así que ahí va mi lista (aún incompleta) de buenos propósitos:
1. Voy a comer más sano y más saludable.
2. Voy a estudiar más y NO me voy a dejar NADA para el día de antes. (complicado)
3. Voy a AHORRAR. (Já)
4. Voy a coger el Valenbisi TODOS los días.
5. Me voy a llevar bien con la gente que vive bajo mi mismo techo. (Promised)
6. NO voy a salir de fiesta (en plan DESTROY) hasta que no sea el Viñarock (donde lo daré todo y acabaré violinada y sin dignidad descansando en una cuneta de la Mancha).
7. Me voy a esforzar por controlar mis malos días y mis impulsos irónico-sarcástico-agresivos.
8. Voy a buscar trabajo como becaria que no cobra ni un duro colaboradora en algún periódico o portal de noticias online de prensa local.
9. Voy a terminar alguno (de mis más de 30) relatos inconclusos.
10. Me apuntaré a algún voluntariado para el verano (si encuentro con quien).
11. Voy a reírme más que de costumbre.
12. Me voy a acordar de no maltratar cual sádica cuidar las puntas de mi desastrado y zanahorio pelo.

Las que me vienen a la cabeza son esas, pero supongo que ya se me ocurrirán más. Dentro de dos meses haré otro balance y miraré a ver como me han ido las cosas. 
Haceros propósitos, es divertido hacer listas, siempre me ha gustado escribirlas y poner en orden mis cosas, ¿a nadie más le pasa? Vale, me siento un bicho raro. Ah no, eso ya me venia de antes, cierto. 

Jorl...

19 de marzo de 2011

Un texto que tenía por ahí, de hace bastante. Un resumen de la vida, ahí va.


Mario sale del trabajo a las seis aunque siempre consigue escaparse un poco antes. Laura sale a las siete pero disfruta con las horas extra que nadie le paga. Mario prepara la cena y Laura come cualquier cosa que encuentra por la cocina. Él la va a buscar muchas veces y ella le responde que no puede salir todavía, que le queda trabajo. El mes pasado decidieron irse a vivir juntos. No fue algo premeditado, simplemente se les ocurrió a los dos al mismo tiempo y pensaron que tal vez no fuese tan mala idea. Les advirtieron de que quizás fuese algo precipitado, pero ellos no son de los que se preocupan por esas cosas.

Son más bien esa clase de gente que se preocupa por el ahora, de los que discuten únicamente por las tonterías que convierten lo cotidiano en un infierno. Se disputan los sentimientos en arenas movedizas solo cuando comienzan a aparecer islas interiores y es absolutamente necesario. El resto del tiempo lo usan en vivir sus vidas. Pero hablan, en los segundos libres y en los medio ocupados. Les amanece conversando. Las madrugadas son tibias y agradables si hablan de luces apagadas, de sueños y de las verdades que aun los mantienen libres.

Pretenden confundirse, pero se conocen tan bien que nunca lo consiguen. Los sentimientos se entremezclan y se funden mientras siguen sumergidos en su mundo divino, aun en la ciudad de lo mortal. Condensan las almas en un día y en un lugar. No les importa gritarse hasta que se mueran, sufriendo hasta lo indecible con el daño que le hacen al otro aun sin quererlo. A eso le llaman discutir, al daño involuntario que se hacen de tanto como se aman.

Un día Laura decide tomarse un tiempo y desaparecer y Mario se queda allí solo, esperando poder permitirse rehacer su vida. Con cara triste y ojos vacíos, esperando lo inesperable. No puede olvidarse de esa forma de ser suya. No del todo una obsesión, era un magnetismo particular. Una corriente que lo inundó todo y la hizo convertirse en la prioridad de su vida, casi de la noche a la mañana. Pero ahora queda nada, o casi. Toca salir, mirar, disfrutar y olvidarse en pequeñas dosis del pasado.  

1 de marzo de 2011

De swing y noticias breves

Actualizo hoy (también) y ya van dos, no me puedo creer que el desastre de persona que soy pueda hacer tantas cosas productivas con su existencia en un lapso tan reducido de tiempo. Pero es que me he levantado de mi siesta improvisada con ganas de actualizar el blog, me he tomado mi cafetazo delante de la ventana cual chica moderna y melancólica, emulando a la de Lost in translation. La única diferencia con Scarlett Johansson es que yo iba con mi batín rojo de ositos, mi cara de mala leche y mi café barato de marca Hacendado, pero por todo lo demás un poco más y me creo que la estación de cercanías de enfrente de mi casa es el monoraíl de Tokio. Ha sido bonito (mientras ha durado).

Ahora paso al boletín de noticias breves que me han golpeado últimamente de pleno:

-Van a abrir en breves un Decathlon GIGANTESCO delante de mi casa, concretamente en abril. Estaría bien que los señores peces gordos que dirigen el cotarro me contratasen allí. Yo sería la mar de feliz con mi chaleco azul, rodando cual croqueta poseída por los mullidos suelos enmoquetados que siempre se gastan por allí. Además, seguro que mis compañeros estarían igual de pirados que yo (solo admiten universitarios) y mis desequilibrios no quedarían tan patentes. Así que rezad por mí y si algún día me contratan ya sabéis que robaré recambios de bici y katanas para vosotros. Sería la Robin Hood de los Decathlones del mundo. Eso sí sería bonito y no lo de Lost in translation.

-Esto no es una noticia, más bien es una advertencia: NO se os ocurra, por el amor de un cerdo, coger un valenbisi cuando haya mascletá. Yo puedo hacerlo, porque no soy consciente del momento espacio temporal en el que vivo y cuando me encuentro rodeada de policías y guiris everywhere o se ni donde me he metido. Después de atropellar a unas cuantas viejas, envestir a un par de modernos prepotentes y esperar más de diez minutos a que hubiese un punto de anclaje libre HE PERDIDO EL TREN. Pero mi dolor ha sido mitigado rápidamente, ya que el siguiente tren salía en unos 10 minutos. Me han dado ganas de gritar "It's something" y atravesar la estación del Norte dando saltitos. Ese es otro de mis grandes problemas, que voy corriendo a todos lados. Salgo de mi casa dos minutos (literalmente) antes de que salga el tren y un día me voy a llevar una sorpresa. Luego cuando llego a Valencia también atravieso toda la santa estación como si me persiguiesen una horda de canis con ganas de lio. Y así mil veces más a lo largo del día. Benditas deportivas ultrarresistentes.

-El lunes laSexta3 pasó a ser un canal temático dedicado (casi) exclusivamente al cine. Solo ayer ya pusieron Cantando bajo la lluvia y Seven. Hoy le toca a El club de los poetas muertos (casi la única señal que ha llegado hasta mis oídos y retinas de que en los 90 se hacía cine decente). Tenía la esperanza de que hubiesen dejado de emir bazofias infumables programas que no son de mi completo agrado como El Manantial, Palabra de mujer o Llena de amor (puke rainbows). Pero supongo que ya les llegará la hora, el tiempo pone a cada uno en su lugar. Ahora es cuando me rió con mi risa maquiavélica y les deseo una muerte lenta y dolorosa un final rápido e indoloro a todas las telenovelas del mundo.

Ya que hemos tocado el tema del cine de los 90 aprovecho y doy mi opinión (más influida de lo que me gustaría por Diego). En los 90 se hacía cine del comercial pero del rancio, nada de producciones hechas solo para llenar las salas de adolescentes y personas sedientas de tiros y sangre como pasaba en los 80. Los directores explotaron tanto ese género que en los 90 ya no sabían que hacer y les salían películas sosas en las que la gente moría de forma aleatoria y ilógica. Tenían la extraña creencia de que para que una película fuese buena alguien debía morir, aunque la trama no pidiese para nada un giro de esas características y la inverosimilitud llegase a sobrepasar el ridículo. 

Voy a poner el ejemplo que mejor conozco: Los rebeldes del swingotra buena película de Robert Sean Leonard en sus tiempos mozo. Haciendo del Doctor Wilson en la serie House ha decaído bastante como actor. Supongo que a nadie le gusta que le digan que hizo sus mejores papeles con menos de 20 años, pero es lo que hay y no vamos a hacer un drama de ello. Este tipo siempre me recuerda a las series de la época victoriana que se dedica a producir la BBC, tiene un aire muy inglés ¿no? Yo cada vez que me acuerdo de él lo veo tomando el té y leyendo The Times en un porche perdido en medio de la campiña inglesa (sí, se que tengo un problema con imaginar cosas, soy consciente de ello). Con la tontería del Leonard he empezado a divagar y a irme del tema, ¿por dónde íbamos? Cierto, los rebeldes. (SPOILER)

[WIKIPEDIA]: Es ésta una película que pone a la libertad como valor insoslayable de la vida humana. Alemania, 1939. El presidente electo, Adolf Hitler abandera un aparato gubernamental que pretende agrupar la mentalidad de todos los ciudadanos hacia su personal ideología criminal denominada nacionalsocialismo. Pero un grupo de jóvenes encuentra en la música americana el medio de proclamar su individualidad y libertad ante la cosificación ideada por Hitler. Se hacen llamar "los rebeldes del Swing" y llevan sombrero hongo, paraguas y pelo largo. Pero lo que empieza como una inocente rebelión juvenil se acaba convirtiendo en una peligrosa rebeldía política contra los poderes establecidos.

Uno de los chicos es minusválido y como los nazis son malos y le chinchan decide suicidarse, así por las buenas. el chico tenía novia, amigos y guitarra (a la que quería más que a la novia). Coñ*, si no eres feliz con los nazis te haces tu maletita y te largas pa Francia o Inglaterra, que tampoco era tan difícil. Pues nada, los guionistas disfrutando de muertes trágicas, con bañera y venas cortadas de por medio. Todo muy poético pero tan artificial que no se lo cree ni el tato. Si no la habéis visto igual no sabéis bien a lo que me refiero, y si es así no deberíais estar leyendo esto. La palabra spoiler no da lugar a confusiones, así que no deberíais estar aquí.


Ahora me despido ya de toda esta sarta de incoherencias con un vídeo de la película de marras. Os darán ganas de aprender a bailar swing o de ver la película o de ambas cosas (también es posible que me mandéis a la mierd* por dedicar entradas enteras a la década cinematográfica más nefasta de la historia del mundo mundial). Solo he de decir que estos jóvenes sí que sabían divertirse, para bailar así no se lo que se tomarían, pero yo también lo quiero. 





Buscando el video anterior me he topado con esta aberración de la naturaleza música poco compatible con los géneros musicales que yo acostumbro a escuchar. Lo primero y único que me ha venido a la cabeza al verlo (solo he podido soportar unos segundos) ha sido: mother of God. Ahí os lo dejo... 


28 de febrero de 2011

Un día

Cada vez que entro por aquí me sorprende descubrir un seguidor más (porque yo paso de followers, que en español suena bonito y no hay porque tirar de extranjerismos mal colocados). Sonrío cuando descubro un cuadradito nuevo con la cara de algún conocido o de un internauta despistado que ha decidido descolgarse por aquí. Quizás sea un error casual, pero la cuestión es que tal vez encuentren algo que les interesa, les llame la atención o simplemente les haga gracia. Entonces, deciden marcar la casilla y pasarse de vez en cuando a ver como avanzan mis más íntimas neuras y observaciones de este mundo tan enorme que se empeña en rodearme y asfixiarme con su infinidad de posibilidades casi a diario.

Es como si tuviese una especie de compromiso conmigo misma, me he de obligar a actualizar más. Incluso un simpático anónimo me lo mencionó el otro día en mi formspring. En resumidas cuentas me dijo que a ver si actualizo más, que ya lo tengo bien de pegarme la vida. La verdad es que desde hace apenas una semana siento que me cunde muchísimo más el tiempo. He de decir que es absolutamente proporcional a las horas que ya no dedico a estar haciendo nada con el portátil. Menos redes sociales y más tiempo dedicado a lo que me gusta de verdad. Ayer incluso salí a correr, domingo y buen día. Hoy me he matriculado para hacer dos exámenes de idiomas, me he encerrado en la cocina a trajinar (ya ni me acordaba de lo muchísimo que me gustaba), he terminado la sinopsis y la ficha de la protagonista de mi guion de cortometraje y me preinscrito para participar en un campo de trabajo. Un día productivo y agotador, de los que me gustan. 

Ya ves, dos párrafos para no decir nada, me pasa siempre y luego me digo "debería actualizar transmitiendo mensajes a la gente, reflexionando con algo, no solo reflexiones al tuntún ¿no?". Aviso que si a alguien se le ocurre algún tema políticamente correcto (o no) para que mi retorcida cabecilla le de vueltas circulares y luego vuelque por aquí las conclusiones sin sentido pero con argumento a las que he llegado no tiene más que sugerirlo. Es más, me haríais un favor enorme, porque siempre tengo mil temas rondándome y dándose empujones para salir de la oscuridad de las divagaciones que hago cuando vuelvo a casa en el tren. Cansada y dormida a ratos (cuando el frío, la gente y los trompicones del vagón no me lo impiden) es cuando afloran las mejores ideas. Pero ya sea por falta de tiempo o por tener que elegir solo una de ellas siempre lo voy dejando correr y luego nunca escribo nada. Así que si se os pasa cualquier cosa por la cabeza no dudéis en sugerirlo o dejarlo caer al vuelo, o gritármelo directamente.

En fin, sed felices y sonreid. Es gratis y le alegrareis el día a más personas de las que os podéis imaginar.

15 de febrero de 2011

De Carnivale y la actualidad

Últimamente andaba medio atontada. No se, exceso de tuenti y embobamiento temporal. Cosas que pasan, temporadas que me sobrepasan. Inactividad creativa y mental. Pero desde hace unos días (más o menos desde la gala comentada de los Goya y mis gritos espontáneos con Rec) volvió a ponerse en marcha mi engranaje mental.


Acabo de acordarme que yo realmente quiero hacer cosas y no solo intentar auto-convencerme de que es así y acabar sin hacer nada. Así que en ello ando. Ahora mismo estoy desenmarañando las mil ideas que me rondan la cabeza, pidiéndome ser elegidas y convertidas en el que, espero, sea mi primer guion de corto (no pongo cortometraje porque suena repipi y redundante además).


Me paro a observar la actualidad para ver si logro encontrar algún tema decente sobre el que divagar y: ¡Cómo está el patio! A pesar de haber mil y un temas están todos más manoseados que la bola anti-estress de la Sinde. La blogosfera y la red en general ya ha explotado al máximo los Goyas, el cine en general, la Ley Sinde, la Antitabaco, Wikileaks y la crisis en general. No se de que hablar en concreto, y no por falta de ideas.


Bueno, me acabo de acordar de algo de lo quería hablar. Hacer una especie de reseña, más bien. Se trata de Carnivale, la serie a la que ahora mismo estoy enganchadísima. No quiero desvelar mucho sobre el argumento, pero es tan diferente a todo lo que había visto hasta ahora que por eso me ha fascinado tanto. Es una especie de Lost fusionado con Balada triste de trompeta situado en el sur de los Estados Unidos -en la depresión de los años treinta-. El ambiente de la feria ambulante es tan mísero y decadente, todo es tan realista que te dan ganas de entrar dentro, de formar parte, de ser uno de los personajes. De compartir sus desgracias y las inquietudes mundanas e imposibles que les atormentan. 

El de la foto es su protagonista, un actorazo que no conocía hasta hace apenas dos semanas (Nick Stahl), que borda el papel, bastante complicado la verdad. El resto del reparto es igual de desconocido y de extraordinario. Lo único que tiene de malo la serie es su extensión, la HBO (siempre destacada por producir series fantásticas tipo Los Soprano o A dos metros bajo tierra)la suspendió cuando llevaba solo dos temporadas. Un error enorme en mi opinión. No obstante, lo bueno y breve; dos veces bueno, así que: a disfrutarla.

Me pasaría horas hablando de ella, criticando algunos detalles y alabando otros mil, pero no me apetece destriparsela a base de spoilers a los espectadores potenciales. Así que, dadle una oportunidad si podéis, pero rápido que Sinde acecha, acompañada de Pajín y su papada, para disuadiros de descargar contenidos ilegales

1 de febrero de 2011

De vocaciones y otros cuentos

Bien, me voy a sentar aquí y voy a escribir algo de provecho. Sobre sociología, sobre vida&artes, sobre la vida, sobre los desencantos o sobre las personas. Ya veremos que se me ocurre, pero sobre la marcha. Aún estoy recuperándome de mi escapada a Madrid (de la que no hay apenas fotos) y de la vuelta al cole, tras más de un mes ausente de las aulas. 

La verdad es que cuando voy andando por la calle me surgen mil temas que podría tratar por aquí, pero luego me siento aquí, con mi café y mis ganas de dejar volar la imaginación y se me va todo. Porque estoy cansada, apática o porque las redes sociales me abstraen, me aspiran y me absorben completamente. Debería dejarlo. Seriously. Queda cool eso de meter palabras en inglés a boleo ¿eh? Pero guay, guay. En plan de rayarse leyendo libros comprados de la Fnac sobre performances y abedules, en el Starbucks más cercano. Con el pseudo-café más enorme que tu sueldo pueda pagar, acompañado de un muffin (curioso nombre para las magdalenas de toda la vida). En tus cascos con más colores que tus zapatillas (edición limitada) o tus gafas de pasta sin cristal escuchas el último grupo desconocido que tu acabas de descubrir, pero que dejará de gustarte cuando sus letras protagonicen los estados de tuenti de media España. Bueno, en realidad el tuenti te da un poco igual, tu eres más de Facebook, de Twitter, de Formspring o de Tumblr & CO. 

Vale, me acabo de divagar, yo sola. Será eso de saber que tengo que volver a encerrarme más de 5 horas diarias en un aula lúgubre de la Facultad de Filología, "estudiando" economía y otras atrocidades por el estilo. Bueno, no todo son malas noticias, también voy a recibir clases de guion de cortometraje. ¿Por qué? y ¿Para qué? La verdad es que mandé la solicitud a última hora, un día antes de que cerraran el plazo. Incluso la mandé mal (típico de mí) y tuve que volver a rellenar la pre-inscripción y pensé que lo más posible es que no me cogiesen. al fin y al cabo es uno de los talleres creativos más demandados y las plazas son limitadas. Me veía abocada al fracaso cortometrajístico antes de empezar mi carrera no-profesional, pero ah, se hizo la luz y me colé (seguramente por error).

Decidí intentarlo porque Comunicación audiovisual siempre será mi carrera frustrada, porque dudo mucho que alguna vez me dedique a cursarla. Es como el artista que quiere estudiar bellas artes y se matricula en arquitectura. También le fascina esa carrera, le encanta lo que hace, tiene verdadera vocación por lo que hace. Pero siempre mirará con envidia a los estudiantes de bellas artes que dibujan en cualquier parque. 

A mi lo que de verdad me gusta es periodismo; escribir, investigar, descubrir lo que se cuece en casa del vecino y acosar con preguntas incómodas a los pobres transeúntes que se cuelan en mi vida. Es lo que (cursi cursi cursi) se que he de hacer con mi vida, porque lo sé, sin más. Lo de comunicación es más como esa afición que te llena de vez en cuando, con la que disfrutas. Pero realmente sabes que no tienes el suficiente talento o creatividad en ese área como para destacar y aprovechar durante toda la vida. Sin embargo haciendo cosas como esta me recuerdo a mi misma quien soy y que es lo que me gusta, algo que nunca viene mal, eventualmente.

Me pasa como al de la foto, que tiene vocación de ser médico pero disfruta siendo el hombre de confianza de un genocida africano. "El último rey de Escocia", os la recomiendo. Uno de los motivos por los que quiero ser periodista pero me gusta todo lo audiovisual. Una película sobre corrupción, dictaduras y demás procesos históricos y políticos. Contar así esa clase de cosas al gran público, ese es el tipo de cosas a las que se que quiero, debería y voy a intentar dedicarme.







No me olvido de recordaros que visitéis si podéis el blog que escribo junto a otros colaboradores. Actuamente con un post sobre el indie-pop en España, la MTV y Supersubmarina, os lo recomiendo.

http://rdndncs.blogspot.com/
http://rdndncs.blogspot.com/


23 de enero de 2011

Gripe

Hace bastante que no actualizo, al menos con textos míos, supongo que he perdido la costumbre o el tiempo. Pretendo recuperar el hábito ese de y escribir cuatro cosas, lo primero que me pase por la cabeza o la neura a la que llevo dándole vueltas varios días. al principio este blog era totalmente desconocido, ni había seguidores ni había cotillas no bienvenidos. Pero supongo que es como todo, todo con el tiempo cambia, crece, evoluciona, y ya no hablo del blog. Más bien creo que estoy hablando de mi vida si, y de la gente con la que tengo que relacionarme a diario.

Ahora ya he terminado los malditos exámenes, lo que es igual a más tiempo libre. Tiempo libre para fotos, tiempo libre para hacer deporte, para ir a conciertos, para (volver) a hacer fotos y dibujar, para ver (más y más) películas, para (intentar por milésima vez) tocar la guitarra y convertirme en la compositora más indie-moderna-hippie-independiente de la década. Colgar mis maquetas en MySpace y convertirme en el próximo fenómeno del ciberespacio. Conseguir más atención que la chica del vídeo sobre las anti-biebers, luego también apareceré en un número tan cuantioso que rozará la obscenidad de ¡Cuánto cabrón! y demás fenómenos del mundo actual. Actual. Me encanta esa palabra. Es curioso, porque en este quatrimestre tres de cinco asignaturas incluyen la partícula "actual" en sus denominaciones: Introducción a la economía actual, Sociedad actual, Historia del mundo actual... Lo importante que es la actualidad del entorno que nos condiciona a cada segundo. Debería a ponerme en serio con lo de las críticas cinematográficas, ya toca, que mucho opinar de cine con Diego pero en realidad no tengo ni idea. Más cine clásico y menos tonterías. En fin, que me he pasado el día con 37 grados y pico de fiebre. No me lo tengáis demasiado en cuenta, la gripe es lo que tiene...



16 de enero de 2011

Redundancias vol.1

Redundante, redundancia, las palabras enemigas del escritor. La que más veces va estar en boca de los que critican nuestro trabajo sea del tipo que sea. Con las letras es casi imposible no caer el error de la sobrecarga expresiva. También es una excusa fácil para los detractores; basta con decir que un texto es redundante para que lo miremos por encima del hombro. Así, en una palabra. Diez letras que descalifican el trabajo del escritor más reputado.
Pero aquí estamos hartos de convencionalismos y decidimos transformar el concepto; agitado pero no revuelto. Redundancia ya no es algo despectivo, pasa simplemente a ser algo nuevo. Redundancias simboliza la unión de cinco cerebros aún precoces y maleables sin una opinión definida ni un modo determinado de entender el mundo. Vamos, que nuestro punto de vista se influye más fácilmente que Dover en su último trabajo. En este espacio tienen cabida temáticas infinitas: moda, cine, actualidad, política, sociedad, opinión,…

Redundancias es un blog (al cual podéis acceder desde aquíque justo ahora empieza a caminar por el ciberespacio. Yo, con cuatro juntaletas procedentes de los lugares más dispares de la geografía española hemos decidido unirnos para hacer una especie de blog actualizado sobre las cosas que pasan, así. Tendencias, noticias o crónicas, no importa demasiado. La cuestión es CONTARLO, y ya que estamos, contarlo bien.

Ya sabéis, si os gusta la idea añadid Redundancias a vuestros favoritos.


Me da tanta pena tener que cerrar este blog ahora, aún no se que hacer pero me lo estoy pensando. La red es libre y entra quien quiere pero el disimulo es gratis ¿no?