26 de mayo de 2015

Cuando la esperanza evolucionó en ilusión (parte 1)

El domingo por la noche, durante la celebración de la #DespeRita me hice una foto con mis compañeros de universidad, todos periodistas. Alguien subió la fotografía a Facebook el día siguiente bajo el lema "Los que nos dedicamos a contar las cosas, casi nos quedamos sin palabras ayer". No era para menos, tras dos días de reflexión profunda todavía no se muy bien hacia donde van a virar mis puntos de vista, tan inciertos todavía. Aún así, me gustaría compartir algunas de las conclusiones -tan rebatibles y endebles todavía- a las que he llegado. Cualquier aportación será bienvenida a la hora de reflexionar.

Aunque no figure en el top ten en la lista "grandes problemas de España", los medios de comunicación son uno de ellos. Si bien son capaces de moldear la realidad a su imagen y semejanza y crear un clima de opinión en antena ajeno al que se respira en las calles, esta vez no lo han logrado. Especialmente RTVE, con su maravilloso equipo de profesionales en puestos directivos, como es el caso de José Antonio Sánchez, quien no ha dudado en descalificar a otras cadenas y a sus trabajadores por elaborar un discurso un poco más crítico con el gobierno actual y la cobertura electoral. Incluso Mónica Oltra, aseguraba hoy en Al Rojo Vivo que la conexión en directo con TVE tras las elecciones jamás se realizó. Parece ser que el dispositivo del medio público estaba listo para conectar con la sede de Compromís, pero dados los apabullantes resultados, desde Madrid se dio la orden de no hacer la conexión. Situaciones como esta no se pueden tolerar en un país democrático, quiero pensar que RTVE volverá (no porque quiera lo mío) y que TVE volverá a ser un poco más digna de respeto que ahora. Tiempo al tiempo. De todos modos, es fundamental no dejarse llevar por titulares y tertulianos sensacionalistas y tratar de abordar el resultado de las elecciones con sentido común y huyendo de amarillismos y opiniones interesadas. Ahora mismo la mayoría de medios viven en un extraño limbo izquierdista. De repente, ya no somos terroristas, somos gente democrática. Pues vaya. En contraposición me gustaría ver las caras de Francisco Marhuenda y de Alfonso Rojo el domingo por la noche, dicen que se ahogaron en su propia bilis, pobres.

Parece ser que Fabra y Rita, a diferencia de Rajoy, saben ver cuando lo más adecuado es disolverse y entregar las armas. Todavía no está claro, pero parece que este par van a abandonar la política un ratejo, o al menos, pasar a segundo plano. El problema ahora será cuando Rita tenga que sacar su coche del parking del Ayuntamiento de Valencia. Los últimos rumores apuntan a una dimisión inminente por parte de Fabra esta misma tarde, el pobre hombre ya ha visto que con el PP de Valencia no hay nada que hacer y se retira como buenamente puede.

Hay temas como la importancia de que tres de las caras más visibles del cambio sean mujeres y lo que ello implica o la estela infinita de titulares que los pactos y negociaciones que estas elecciones propiciarán. En Valencia, por ejemplo, Ximo Puig (PSPV) ya se ve como presidente de la GVA, pese a que su formació ha obtenido su peor resultado histórico. Serán semanas intensas que darán muchísimo que hablar. Mónica Oltra, por su parte, ni confirma ni desmiente, pero es innegable que los vencedores absolutos en el País Valencià han sido Compromís, a todos los niveles. La ciudadanía, ha sido capaz de ver más allá de la vieja política y el bipartidismo y PP-PSOE, pese a ser los más votados caen en picado de manera imparable. 

La gran damnificada por estas elecciones es -junto al PP- Esquerra Unida, una verdadera lástima. No he seguido al milímetro la campaña ni la situación interna de la formación y desconozco cuales han sido sus "errores" reales. Me entristece mucho que el partido que más ha hecho por denunciar la corrupción y que cuenta con unas bases tan luchadoras y trabajadoras se haya quedado fuera. No han logrado superar la ilógica barrera del 5% y han pasado de 5 a 0 escaños en las autonómicas por unos miles de votos. En mi opinión, lo que les ha fallado han sido dos cosas: su incapacidad para confluir con otras candidaturas y no saber comunicar durante su campaña. Es innegable que el trabajo bien hecho les avala, pero aún así se trata de una baza insuficiente en la era de la comunicación, donde eres lo que comunicas y en este aspecto EU está bastante verde todavía. No obstante, no todo han sido varapalos y la formación ha logrado triunfos notorios a nivel local. Por ejemplo, en Xàtiva, feudo del PP y de Rus desde hace más de 20 años, ha logrado situarse como segunda fuerza política (5 regidores), por detrás del PSPV (7 regidores) y por delante del PP en número de votos (5 regidores). EU debería hacer autocrítica y darse cuenta de que hay casos en los que la confluencia puede ser su mejor opción, como los resultados han demostrado en municipios en los que concurría con otras fuerzas. Hasta Cayo Lara ha mostrado interés en tomar ese camino en el futuro, en vista a las generales. Veremos...

Me dejo muchísimas cosas en el tintero, unas por falta de tiempo, otras por falta de reflexión previa. Son días muy inciertos en los que cualquier cosas puede pasar y cualquier titular puede convertirse en real. Y sino mirad la aparición estelar de Marcos Benavent esta mañana. Como decía hace un rato en Twitter: 



Tampoco hay que desmerecer los intentos de movilización que están llevando a cabo los sectores más rancios y casposos de la derecha fallera valenciana. Los blaveros están rebotados, nos roban las fallas, la paella, la senyera,... Están convocando movilizaciones y "asambleas", todo suena muy terrorista. Porque hay que ver, los que siempre nos acusaron de no respetar las urnas son los que ahora quieren coquetear con el "terrorismo" del que tanto les gusta acusar al resto...





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