28 de febrero de 2011

Un día

Cada vez que entro por aquí me sorprende descubrir un seguidor más (porque yo paso de followers, que en español suena bonito y no hay porque tirar de extranjerismos mal colocados). Sonrío cuando descubro un cuadradito nuevo con la cara de algún conocido o de un internauta despistado que ha decidido descolgarse por aquí. Quizás sea un error casual, pero la cuestión es que tal vez encuentren algo que les interesa, les llame la atención o simplemente les haga gracia. Entonces, deciden marcar la casilla y pasarse de vez en cuando a ver como avanzan mis más íntimas neuras y observaciones de este mundo tan enorme que se empeña en rodearme y asfixiarme con su infinidad de posibilidades casi a diario.

Es como si tuviese una especie de compromiso conmigo misma, me he de obligar a actualizar más. Incluso un simpático anónimo me lo mencionó el otro día en mi formspring. En resumidas cuentas me dijo que a ver si actualizo más, que ya lo tengo bien de pegarme la vida. La verdad es que desde hace apenas una semana siento que me cunde muchísimo más el tiempo. He de decir que es absolutamente proporcional a las horas que ya no dedico a estar haciendo nada con el portátil. Menos redes sociales y más tiempo dedicado a lo que me gusta de verdad. Ayer incluso salí a correr, domingo y buen día. Hoy me he matriculado para hacer dos exámenes de idiomas, me he encerrado en la cocina a trajinar (ya ni me acordaba de lo muchísimo que me gustaba), he terminado la sinopsis y la ficha de la protagonista de mi guion de cortometraje y me preinscrito para participar en un campo de trabajo. Un día productivo y agotador, de los que me gustan. 

Ya ves, dos párrafos para no decir nada, me pasa siempre y luego me digo "debería actualizar transmitiendo mensajes a la gente, reflexionando con algo, no solo reflexiones al tuntún ¿no?". Aviso que si a alguien se le ocurre algún tema políticamente correcto (o no) para que mi retorcida cabecilla le de vueltas circulares y luego vuelque por aquí las conclusiones sin sentido pero con argumento a las que he llegado no tiene más que sugerirlo. Es más, me haríais un favor enorme, porque siempre tengo mil temas rondándome y dándose empujones para salir de la oscuridad de las divagaciones que hago cuando vuelvo a casa en el tren. Cansada y dormida a ratos (cuando el frío, la gente y los trompicones del vagón no me lo impiden) es cuando afloran las mejores ideas. Pero ya sea por falta de tiempo o por tener que elegir solo una de ellas siempre lo voy dejando correr y luego nunca escribo nada. Así que si se os pasa cualquier cosa por la cabeza no dudéis en sugerirlo o dejarlo caer al vuelo, o gritármelo directamente.

En fin, sed felices y sonreid. Es gratis y le alegrareis el día a más personas de las que os podéis imaginar.

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