Llevo dos semanas de vértigo en las que no he parado ni a tomar aire y en las que sólo hay o tres cosas que apenas he hecho: comer, dormir y estudiar. Pero a cambio me he dejado influenciar por decenas de gente nueva. No sólo hablo de la gente de clase, que también. Hablo de desconocidos, nuevos conocidos y amigos con los que mi relación va cambiando drástica a paulatinamente con el paso de los días.
Estoy cansada y sólo tengo ganas de desconectarme, pero me parece que el ritmo no va a parar. Miro adelante y todo lo que veo son planes, planes y planes. Gente con la que has de salir, personas que te llaman, trabajos que te motivan y esa sensación de saberte vivo. La prueba más evidente es que apenas me acerco al PC, no tengo tiempo. He estado en mi casa a la hora de comer sólo una o dos veces en toda la semana. Duermo fuera, me muevo, se me escurre el dinero pero sé que esto se parece más o menos a estar vivo.
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